ROMA, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha pedido que se respete el 'status quo' de Jerusalén tras expresar su preocupación ante los recientes acontecimientos que indican que el Gobierno de Donald Trump cambiará la posición de su embajada lo que tendría como consecuencia el posible reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte de EEUU.
"No puedo guardar silencio por mi profunda preocupación por la situación que se ha creado en los últimos días y, al mismo tiempo, dirigir un sincero llamado para que sea compromiso de todos respetar el 'status quo' de la ciudad, en conformidad con las pertinentes resoluciones de las Naciones Unidas", ha expresado Francisco.
El pontífice ha hecho estas consideraciones en un discurso en que el que no se refirió de manera directa a la posible decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, sobre Jerusalén y ante el Comité de Diálogo de Palestina con los que se ha reunido en el Aula Pablo VI del Vaticano.
Medios locales han informado que el Papa mantuvo una conversación telefónica este martes por teléfono con el presidente palestino, Mahmud Abás.
El Papa ha hecho un llamamiento para "se realicen todos los esfuerzos para respetar el 'status quo' de la ciudad, conforme a las pertinentes resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas". De este modo, en la reunión del Comité para el Diálogo con Personalidades religiosas de Palestina, promovida por el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, ha invitado a los palestinos ha abrir una vía de diálogo.
Para el obispo de Roma, el diálogo "se instaura a todos los niveles: con uno mismo, a través de la reflexión y la oración, en familia, en el interior de la comunidad religiosa, entre las diferentes comunidades religiosas, y también con la sociedad civil".
"El diálogo --ha señalado el Papa-- continúa después de manera singular entre Jesús y su pueblo en representación de toda la humanidad" porque "Jesús es el Verbo de Dios". Su primera condición "es el respeto recíproco y, al mismo tiempo, mirar consolidar este respeto a fin de reconocer a todas las personas, allá donde se encuentren, sus derechos".
"Para nosotros cristianos, Tierra Santa es la tierra por excelencia del diálogo entre Dios y la humanidad. Un diálogo culminado en Nazaret entre el ángel Gabriel y la Virgen María, acontecimiento al cual también hace referencia el Corán", ha dicho el Papa.
Asimismo, ha señalado que "Jerusalén es una ciudad única, sagrada para los hebreos, los cristianos y los musulmanes" porque en ella se "veneran los lugares santos de las respectivas religiones, y tiene una vocación especial a la paz".
Y ha agregado: "Pido al Señor que tal identidad sea preservada y reforzada a beneficio de Tierra Santa, Oriente Medio y del mundo entero y que prevalezcan con sabiduría y prudencia, para evitar añadir nuevos elementos de tensión en un panorama mundial ya convulso y marcado por tantos y crueles conflictos".
Finalmente ha deseado la "paz y prosperidad para el pueblo palestino, para Tierra Santa y todo el Oriente Medio, tan querida para mí y para la Iglesia Católica". El estatuto de Jerusalén es un asunto clave en el conflicto palestino-israelí, y ambas partes reivindican la ciudad como su capital.