El Papa pide "seguir rezando con insistencia" por la paz en Tierra Santa

ROMA 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha pedido "seguir rezando con insistencia" por la paz en Tierra Santa y ha lamentado la tragedia que ha dejado 130 muertos en el sexto día de la ofensiva de Israel contra la Franja de Gaza, tras el rezo del ángelus de este domingo.

Asomado a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico, Francisco ha recordado la invocación de paz y el llamamiento a romper "la espiral del odio y la violencia" durante el encuentro del pasado 8 de junio entre el presidente de Israel, Simon Peres, y el de los Territorios Palestinos, Mahmud Abbas en los jardines vaticanos en los que también estuvo presente el patriarca Bartolomeo I.

De este modo, ha rebatido a aquellos que podrían pensar "que tal encuentro haya sido en vano" porque "la oración" ayuda a no dejarse "vencer por el mal" y a no resignarse "a que la violencia y el odio" vencen sobre "el diálogo y la reconciliación".

Además ha reclamado a las partes interesadas y a todos los que tienen responsabilidad política a nivel local e internacional a "no ahorrar en la oración" ni dejar de esforzarse "para cesar toda hostilidad y conseguir la paz deseada para el bien de todos". Ante miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro ha invitado "a que se unan a la oración"; después ha pronunciado un rezo por la paz y ha arrancado un fuerte aplauso en la Plaza de San Pedro.

El pontífice ha recordado que este domingo se celebra el domingo del mar y ha saludado a "los marineros y pescadores" y a sus familias mientras que ha exhortado a las comunidades cristianas a ser "atentas y sensibles" con ellos. Ha llamado a los capellanes y voluntarios del Apostolado del Mar a "continuar su esfuerzo en la preocupación pastoral".

Durante la catequesis, el Papa ha reflexionado sobre la parábola del Sembrador y ha explicado que la protagonista es "la semilla" que produce más o menos fruto dependiendo del terreno donde ha caído. Así ha especificado que esta parábola da cuenta de que las personas son "el terreno donde Dios siembra las semillas de su palabra y su amor".