Archivo - El Papa en una foto de archivo - Evandro Inetti/ZUMA Press Wire/d / DPA - Archivo
ROMA, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha pedido una tregua olímpica durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París, que se celebran del 26 de julio al 11 agosto y donde 10.500 atletas de 206 países competirán en 329 eventos deportivos, y ha lamentado "paz mundial está seriamente amenazada".
"Los Juegos Olímpicos son, por su propia naturaleza, portadores de paz y no de guerra. Es en este espíritu que la Antigüedad estableció sabiamente una tregua durante los Juegos y que los tiempos modernos intentan regularmente reanudar esta feliz tradición. En estos tiempos turbulentos en los que la paz mundial está seriamente amenazada, deseo fervientemente que todos aprecien esta tregua con la esperanza de que se resuelvan los conflictos y se restablezca la concordia", ha señalado el Pontífice un mensaje dirigido al arzobispo de París, monseñor Laurent Ulrich.
En este sentido, ha pedidoque Dios ilumine las conciencias de los gobernantes sobre las "graves" responsabilidades que les incumben y conceda a los pacificadores el éxito en sus esfuerzos.
Francisco ha relanzado así la propuesta de una "tregua" olímpica a todos los conflictos en curso en el mundo. Una petición que ya había hecho en el prólogo del libro Giochi di pace. L’anima delle Olimpiadi e delle Paralimpiadi (Juegos de paz. El alma de las Olimpiadas y Paralimpiadas), una iniciativa de Athletica Vaticana que ha sido publicada por la Librería Editora Vaticana.
"El deporte --escribe el Papa-- es un lenguaje universal que trasciende fronteras, lenguas, razas, nacionalidades y religiones; tiene la capacidad de unir a las personas, de promover el diálogo y la aceptación mutua; estimula la superación personal, entrena el espíritu de sacrificio, promueve la lealtad en las relaciones interpersonales; invita a reconocer nuestros límites y el valor de los demás".
A su juicio, los Juegos Olímpicos pueden ser un lugar excepcional para el encuentro entre las personas, incluso las más hostiles. "Los cinco anillos entrelazados representan este espíritu de fraternidad que debe caracterizar el acontecimiento olímpico y la competición deportiva en general. Espero, pues, que los Juegos Olímpicos de París sean una ocasión ineludible para que todos los que proceden de todos los países del mundo se descubran y se aprecien, rompan prejuicios, creen estima donde hay desprecio y desconfianza, amistad donde el desprecio y la desconfianza son odio", concluye.