Actualizado: lunes, 21 agosto 2017 12:03


ROMA, 21 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Papa Francisco ha instado a "incrementar y simplificar" la concesión de visados para inmigrantes, así como a abrir "corredores humanitarios" que permitan su entrada de manera segura y legal, al tiempo que ha denunciado las "expulsiones colectivas".

"Las expulsiones colectivas y arbitrarias de emigrantes y refugiados no son una solución idónea, sobre todo cuando se realizan hacia países que no pueden garantizar el respeto a la dignidad ni a los derechos fundamentales", ha señalado Francisco.

Así lo indica Francisco en el mensaje publicado este lunes 21 de agosto por el Vaticano, para la Jornada Mundial del Inmigrante y el Refugiado, que se celebrará el próximo 14 de enero de 2018, sobre el tema 'Acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes y refugiados'.

De este modo, ha pedido que los gobiernos adopten "programas de patrocinio privado y comunitario, y abran corredores humanitarios para los refugiados más vulnerables". "Sería conveniente, además, prever visados temporales especiales para las personas que huyen de los conflictos hacia los países vecinos", ha referido.

El Papa, que desde sus primeros años de pontificado ha manifestado en repetidas ocasiones su preocupación por la situación de los emigrantes y refugiados, ha insistido en que acoger significa, ante todo, "ampliar las posibilidades para que los emigrantes y refugiados puedan entrar de modo seguro y legal en los países de destino".

"Vuelvo a subrayar la importancia de ofrecer a los emigrantes y refugiados un alojamiento adecuado y decoroso", ha sintetizado. Por ello, ha indicado que es necesario "formar adecuadamente al personal encargado de los controles de las fronteras" para que se garantice "la seguridad personal y el acceso a los servicios básicos" de los emigrantes, los solicitantes de asilo y los refugiados.

"En nombre de la dignidad fundamental de cada persona, es necesario esforzarse para dar soluciones que sean alternativas a la detención de los que entran en el territorio nacional sin estar autorizados", ha insistido.

Francisco también ha arremetido contra "las prácticas de reclutamiento ilegal" al tiempo que ha instado a una protección adecuada de estas personas. Así, ha pedido que se asegure a los emigrantes "una adecuada asistencia consular, el derecho a tener siempre consigo los documentos personales de identidad, un acceso equitativo a la justicia, la posibilidad de abrir cuentas bancarias y la garantía de lo básico para la subsistencia vital".

"Espero que, en el respeto a su dignidad, les sea concedida la libertad de movimiento en los países de acogida, la posibilidad de trabajar y el acceso a los medios de telecomunicación", ha subrayado.

GARANTIZAR LOS ESTUDIOS A LOS MENORES

En concreto, para quienes deciden regresar a su patria, propone desarrollar programas de reinserción laboral y social, mientras que en el caso de los menores, recuerda la Convención Internacional sobre los derechos del niño para pedir que se les evite "cualquier forma de detención en razón de su estatus migratorio" y se les asegure "el acceso regular a la educación primaria y secundaria". "Igualmente es necesario garantizarles la permanencia regular al cumplir la mayoría de edad y la posibilidad de continuar sus estudios", ha agregado.

El Papa también ha incidido en la necesidad de "prever programas de custodia temporal o de acogida" en el caso de los menores no acompañados o separados de su familia.

"La apatridia en la que se encuentran a veces los emigrantes y refugiados puede evitarse fácilmente por medio de leyes relativas a la nacionalidad conformes con los principios fundamentales del derecho internacional", ha especificado.

Asimismo, ha señalado que el estatus migratorio "no debería limitar el acceso a la asistencia sanitaria nacional ni a los sistemas de pensiones, como tampoco a la transferencia de sus contribuciones en el caso de repatriación".

INSERCIÓN LABORAL

También ha detallado la necesidad de que se promueva la "inserción socio laboral de los emigrantes y refugiados, garantizando a todos, incluidos los que solicitan asilo, la posibilidad de trabajar, cursos formativos lingüísticos y de ciudadanía activa, como también una información adecuada en sus propias lenguas".

"En el caso de los emigrantes menores de edad, su participación en actividades laborales ha de ser regulada de manera que se prevengan abusos y riesgos para su crecimiento normal", ha añadido.

Finalmente, el Papa ha sugerido que se acelere la integración a los emigrantes que puedan demostrar una larga permanencia en el país "mediante el ofrecimiento de la ciudadanía, desligada de los requisitos económicos y lingüísticos, y de vías de regularización extraordinaria".


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