Pide a Europa que recupere su identidad pero sin políticas de "clausura" hacia los migrantes, a los que exige respeto a la cultura de acogida
ROMA, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha reclamado una acción conjunta de los líderes políticos y religiosos contra el terrorismo fundamentalista, durante su la recepción anual en la sala Regia del Palacio Apostólico del Vaticano con el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, que componen 182 países.
A los primeros, les pide que transmitan aquellos valores religiosos "que no admiten una contraposición entre el temor de Dios y el amor por el prójimo". A los segundos, les solicita que garanticen en el espacio público "el derecho a la libertad religiosa así como evitar que se de "las condiciones favorables para la propagación de los fundamentalismos".
RENUNCIAR A LA VIOLENCIA
Para ello, ha requerido "adecuadas políticas sociales" que combatan la pobreza, y que requieren de una "sincera puesta en valor de la familia, como lugar privilegiado de la maduración humana y de abundantes esfuerzos en el ámbito educativo y cultural". En este sentido, se ha mostrado convencido de que la autoridad política está llamada a ser "verdadera promotora y constructora de paz". Para el Papa, construir la paz requiere en primer lugar "renunciar a la violencia en la reivindicación de los propios derechos".
Aunque ha asegurado que toda expresión religiosa está llamada a promover la paz, ha reconocido que "se ha cometido violencia por razones religiosas" y ha recordado "locura homicida" que usa el nombre de Dios para sembrar muerte ejercida el año pasado en Afganistán, Bangladesh, Bélgica, Burkina Faso, Egipto, Francia, Alemania, Jordania, Irak, Nigeria, Pakistán, Estados Unidos de América, Túnez y Turquía.
"Son gestos viles, que usan a los niños para asesinar, como en Nigeria; toman como objetivo a quien reza, como en la Catedral copta de El Cairo, a quien viaja o trabaja, como en Bruselas, a quien pasea por las calles de la ciudad, como en Niza o en Berlín, o sencillamente celebra la llegada del año nuevo, como en Estambul", ha dicho.
Por ello, ha pedido unidad a todas las autoridades religiosas para reafirmar "con fuerza" que nunca se puede matar en nombre de Dios, un terrorismo fundamentalista que, a su juicio, es fruto de una "grave miseria espiritual" vinculada también a menudo a una "considerable pobreza social".
DIÁLOGO PARA LA SEGURIDAD Y EL DESARROLLO
Por otro lado, el Papa ha pedido a Europa que recupere su identidad frente a las "fuerzas disgregadoras". Así, ha señalado que en este continente, "donde no faltan las tensiones", la disponibilidad al diálogo es la única manera de garantizar la seguridad y el desarrollo.
Francisco ha reclamado también a las autoridades un "compromiso común" en favor de los inmigrantes, los refugiados y los desplazados, que haga posible el "darles una acogida digna". Así, ha reclamado corresponsabilidad ante la inmigración al afirmar que "un enfoque prudente" por parte de las autoridades no implica "la aplicación de políticas de clausura".
"El problema de la inmigración es un tema que no puede dejar indiferentes a algunos países mientras que otros sobrellevan", ha advertido. De este modo ha agradecido a todos los países que acogen generosamente a los necesitados como Italia, Alemania, Grecia y Suecia, así como Líbano, Jordania y Turquía y otros países en África y Asia.
En esta línea, ha criticado las "políticas de clausura hacia los inmigrantes" y ha pedido a los líderes políticos que "evalúen, con sabiduría y altura de miras, hasta qué punto su país es capaz, sin provocar daños al bien común de sus ciudadanos, de proporcionar a los inmigrantes una vida digna, especialmente a quienes tienen verdadera necesidad de protección". "No se puede de ningún modo reducir la actual crisis dramática a un simple recuento numérico", ha alertado, al tiempo que ha recordado su viaje a México donde se sintió cerda de los miles de inmigrantes centroamericanos víctimas de la trata de personas.
En todo caso, ha urgido a conjugar el derecho a la emigración con la garantía "de una integración de los inmigrantes en los tejidos sociales en los que se insertan, sin que éstos sientan amenazada su seguridad, su identidad cultural y sus propios equilibrios políticos y sociales". Por ello, a los inmigrantes, el Papa les ha exigido que respeten las leyes, la cultura y las tradiciones de los países que los acogen.
PIENSA EN SIRIA CONSTANTEMENTE
El Papa también ha arremetido contra la corrupción ligándola a las desigualdades sociales y ha insistido en su defensa de los niños y los jóvenes. En especial, se ha referido al sufrimiento de este colectivo en Siria. "A ellos, y a todo el querido pueblo sirio, dirijo constantemente mi pensamiento, a la vez que hago un llamamiento a la comunidad internacional para que trabaje con diligencia para poner en marcha una seria negociación, que ponga definitivamente fin a un conflicto que está provocando un verdadero desastre humanitario", ha manifestado.
Así, ha deseado que la tregua que se ha firmado recientemente "sea para todo el pueblo sirio un signo de la esperanza que tanto necesita". De este modo, también ha arremetido contra el tráfico de armas y se ha manifestado desconcertado por las pruebas nucleares llevadas a cabo en Corea y el fácil acceso al mercado de las armas en general, incluso las de pequeño calibre, que genera una sensación de inseguridad y temor.
Por otro lado, ha denunciado "nuevas formas de ideología" que se hacen pasar por "portadoras de beneficios para el pueblo", y que, en cambio, dejan detrás de sí "pobreza, divisiones, tensiones sociales, sufrimiento y con frecuencia incluso la muerte".
Entre los logros de la diplomacia en los últimos años, ha señalado el acercamiento entre Cuba y los Estados Unidos o los pasos para acabar con años de conflicto en Colombia. Además, a ha vuelto a reclamar "diálogo" y "gestos valientes" que son muy "urgentes" en Venezuela, y se ha referido a los conflictos Irak , Yemen, entre israelíes y palestinos, Sudan, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Birmania, Chipre o Ucrania.
TERREMOTOS Y CAMBIO CLIMÁTICO
Además, ha recordado los numerosos terremotos que han golpeado a algunas regiones del mundo. "Pienso sobre todo en los que se produjeron en Ecuador, Italia e Indonesia, que han provocado numerosas muertes y donde todavía muchas personas viven en condiciones muy precarias", ha manifestado.
Finalmente, se ha referido al Acuerdo de París sobre el clima, que entró recientemente en vigor, y ha deseado que los esfuerzos realizados en los últimos tiempos para abordar el cambio climático "cuenten con una cooperación más amplia por parte de todos".