ROMA, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha reclamado ante el presidente del Egipto, Abdelfatah al Sisi, el "respeto incondicional de los derechos inalienables del hombre", durante su viaje al país que concluirá este sábado.
Francisco ha aprovechado para reivindicar "el desarrollo, la prosperidad y la paz" como "bienes irrenunciables por los que vale la pena cualquier sacrificio". Y, si bien no ha nombrado ningún caso en particular, ha defendido el "respeto incondicional a los derechos inalienables del hombre, como la igualdad entre todos los ciudadanos, la libertad religiosa y de expresión, sin distinción alguna".
En su discurso a varios miembros de cuerpo diplomático, así como representantes del Gobierno y del Parlamento egipcios, el Papa ha afirmado que "no se puede construir la civilización sin rechazar toda clase de ideología del mal, de la violencia, así como cualquier interpretación extremista que pretenda anular al otro y eliminar las diferencias manipulando y profanando el Santo Nombre de Dios".
De este modo, ha advertido de que la Historia "no perdona a los que hablan de igualdad y desechan a los diferentes" y ha instado a "quitar la máscara a los vendedores de ilusiones sobre el más allá, que predican el odio para robar a los sencillos su vida y su derecho a vivir con dignidad, transformándolos en leña para el fuego y privándolos de la capacidad de elegir con libertad y de creer con responsabilidad".
El Papa ha reclamado la paz en el mundo y, en concreto, ha hecho un llamamiento para extenderla de manera particular a "Palestina e Israel, Siria, Libia, Yemen, Irak y Sudán del Sur".
ATENTADO CONTRA CRISTIANOS COPTOS
Por otro lado, el Pontífice ha recordado a las víctimas de los recientes ataques terroristas en dos iglesias copta del país el pasado Domingo de Ramos: "Pienso además en los que han sido golpeados por los atentados en las iglesias Coptas, tanto en diciembre pasado como más recientemente en Tanta y en Alejandría. A sus familias y a todo Egipto dirijo mi sentido pésame y mi oración al Señor para que los heridos se restablezcan con rapidez", ha señalado.
De esta manera, ha condenado "la violencia ciega e inhumana" que ha dicho estar causada por diferentes factores, como "el deseo obtuso de poder, el comercio de armas, los graves problemas sociales y el extremismo religioso que utiliza el Santo Nombre de Dios para cometer inauditas masacres e injusticias".
Sobre la violencia y el terrorismo, el Papa también ha asegurado que Egipto tiene la tarea particular de "reforzar y consolidar la paz regional, a pesar de que haya sido herido en su propio suelo por una violencia ciega".