ROMA 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha condenado una vez más la guerra en Siria y, en particular, los bombardeos, que se han recrudecido los últimos días tras el fracaso de la tregua, contra la ciudad de Alepo, donde las autoridades sirias controlan la mitad oeste de la ciudad y los rebeldes la zona este.
"Hago una llamada a la conciencia de los responsables de los bombardeos que deberán rendir cuenta ante Dios", ha expresado el Pontífice tras presidir la audiencia general de este miércoles ante decenas de fieles en la plaza de San Pedro.
Francisco ha instado a la protección de los civiles "que es una obligación urgente" y ha renovado su llamamiento al compromiso de todos para encontrar una solución pacífica. "Expreso mi profundo dolor y mi viva preocupación por lo que está sucediendo en esta martirizada ciudad, donde mueren niños, ancianos, viejos, enfermos, todos. Renuevo el llamamiento a empeñarse con toda la fuerza en la protección de los civiles, que es obligación urgente", ha exclamado.
"Mi pensamiento va, otra vez, a la amada y martirizada Siria --ha continuado--. Siguen llegándome noticias dramáticas sobre la suerte de la población de Alepo, a la que me siento unido en el sufrimiento, a través de la oración y de la cercanía espiritual".
Durante la catequesis el Papa ha recordado que la salvación de Cristo "es para todos" y en especial y contrariamente a lo que pudiera creerse "para los malos". Por ello, ha instado a la Iglesia católica a que no acepten solo a aquellos que son "buenos" o "que parecen buenos o se creen buenos". Así, ha reiterado que "las palabras que Jesús pronuncia durante la pasión encuentran su culmen en el perdón". "La salvación de Dios es paras todos, para todos, sin exclusión alguna", ha manifestado.
Asimismo, ha comentado que el tiempo del Jubileo de la Misericordia es "tiempo de gracia y misericordia para todos, buenos y malos". "Id a las encrucijadas e invitad a buenos y malos. La Iglesia no es sólo para los buenos o para los que parecen buenos o se creen buenos. La Iglesia es para todos y preferentemente para los malos porque la Iglesia es misericordia", ha concluido.