ROMA 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Papa se ha trasladado esta mañana al cementerio Laurentino, a las afueras de Roma, para celebrar una misa en recuerdo a todos los difuntos, pero ha preferido no pronunciar la homilía y rezar unos minutos en el 'Jardín de los Ángeles', una parte del cementerio donde están enterrados los niños, incluso los no nacidos.
De este modo, antes de la liturgia de la celebración de la Santa Misa para la Conmemoración de los fieles difuntos, Francisco ha guardado unos minutos de silencio ante las tumbas de los niños no nacidos.
Este gesto del Pontífice --que siempre ha tenido palabras de condena y severa advertencia para quienes abogan por el aborto-- se repitió en la anterior visita a ese mismo cementerio, en 2018, situado en la zona de Castel di Decima. Con sus 21 hectáreas, es el tercero más grande de la capital.
A la misa celebrada al aire libre delante de la capilla, han asistido también varios centenares de fieles y el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri.
El año pasado, Francisco presidió la misa en el Cementerio Militar de Roma (Rome War Cemetery) donde hizo un llamamiento a la paz y a la esperanza. El próximo 4 de noviembre, el Papa presidirá la misa en sufragio por los cardenales y obispos difuntos durante este año.