ROMA 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Oficina para las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice ha editado y publicado la segunda edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el libro litúrgico que guiará los funerales del Papa. Según ha informado Vatican News, el portal de noticias del Vaticsno, Francisco -que recibió el primer ejemplar del volumen impreso el 4 de noviembre- aprobó su publicación el 29 de abril.
El funeral del Papa emérito Benedicto XVI siguió el rito "Ordo exequiarum Romani Pontificis", establecido por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis (1996), con algunas adaptaciones. Pero tal y como ha subrayado en declaraciones a los medios del Vaticano, el maestro de las Celebraciones Litúrgicas de los Pontífices, el arzobispo Diego Ravelli, se hizo necesaria una "segunda edición porque el Papa Francisco pidió, como él mismo declaró en varias ocasiones, simplificar y adaptar algunos ritos para que la celebración de las exequias del Obispo de Roma expresara mejor la fe de la Iglesia en Cristo resucitado".
El nuevo rito pretende subrayar "aún más que el funeral del Romano Pontífice es el de un pastor y discípulo de Cristo y no el de un poderoso hombre de este mundo", ha explicado.
Una de las principales novedades es la introducción de las indicaciones necesarias para una posible inhumación en un lugar distinto de la basílica vaticana, como ya adelantó Francisco, que quiere ser enterrado en la basílica de Santa María la Mayor de Roma.
Se mantienen las llamadas tres estaciones que preceden al ritual de exequias; es decir, los pasos que deben darse tras la muerte de un Pontífice. Aunque en la primera estación se indica que la constatación de la muerte se realizará en su capilla privada, en lugar de en la habitación e inmediatamente el cuerpo se depositará en el único ataúd de madera con el interior de zinc, antes de ser trasladado directamente a la basílica.
Anteriormente, el cuerpo del Papa se trasladaba a la capilla del Palacio Apostólico, ya que allí residía el pontífice, pero Francisco vive en la residencia de la Casa Santa Marta, por lo que se ha eliminado este paso.
También se han precisado algunos pasajes de la llamada segunda estación: puesto que la deposición en el féretro ya ha tenido lugar tras la constatación de la muerte, el féretro se cierra la víspera de la misa exequial.
En la basílica Vaticana, el cuerpo del Papa difunto se expone directamente en el féretro abierto, pero no en un catafalco como había sido hasta ahora y tampoco se colocará el báculo papal junto al féretro durante esta exposición.
Por último, en la tercera estación, que incluía el traslado del féretro al sepulcro y el entierro, se elimina la tradición de enterrar a los Papas en tres ataúdes: uno de ciprés, un segundo de plomo y un tercero de roble y otro de madera.
Además, siguiendo el modelo de los funerales de obispos, durante las ceremonias religiosas se usarán títulos más sencillos, eliminando la alusión "Romano Pontífice".
Con todo, a pesar de que se mantiene la figura del camarlengo, la persona que se ocupa de varias cuestiones en ausencia del Papa, Francisco ha eliminado la llamada "Cámara Apostólica" un colegio de eclesiásticos que asistía al cardenal camarlengo durante la gestión de la Sede Vacante