ROMA 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Papa ha instado en Colombia a "aceptar el cambio" de los guerrilleros que "apelaron a la violencia cruel para promover sus fines", al tiempo que ha sentenciado que también hay esperanza para quien hizo el mal".
Francisco ha hecho estas consideraciones en el gran encuentro de oración por la reconciliación nacional en el coliseo del Parque Las Malocas de Villavicencio, donde se ha reunido con más 6.000 víctimas del conflicto.
En el acto han participado minorías indígenas, víctimas de la violencia, paramilitares y ex miembros de la guerrilla de las FARC, con las que recientemente se firmó el acuerdo de Paz.
Francisco ha reiterado que "no todo está perdido" para aquellos que sembraron la violencia durante más de 50 años de conflicto. Si bien ha reconocido que es un reto "confiar en que se pueda dar un paso adelante por parte de aquellos que infligieron sufrimiento a comunidades y a un país entero".
"Resulta difícil para proteger negocios ilícitos y enriquecerse o para, engañosamente, creer estar defendiendo la vida de sus hermanos", ha señalado el Pontífice, quien finalmente ha resumido que todas las personas son de un lado "víctimas" y de otro "culpables".
Así, ha manifestado: "Ciertamente todos, al final, de un modo u otro, también somos víctimas, inocentes o culpables, pero todos víctimas. Todos unidos en esa pérdida de humanidad que supone la violencia y la muerte".
Villavicencio ha sido la ciudad elegida por el Papa para escenificar el impulso a la reconciliación del país al ser una de las zonas más afligidas por la violencia durante los más de 50 años de conflicto armado en el país.
Sin embargo, ha dejado claro que en la regeneración moral que debe llevar a cabo Colombia "la justicia tiene que cumplirse". "Se debe contribuir positivamente a sanar esa sociedad que ha sido lacerada por la violencia", ha acotado.
Por otro lado, ha lamentado que en Colombia "todavía hay espacio para la cizaña". "Estén atentos a los frutos, cuiden el trigo y no pierdan la paz por la cizaña", ha advertido. "El sembrador, cuando ve despuntar la cizaña en medio del trigo, no tiene reacciones alarmistas. Encuentra la manera de que la Palabra se encarne en una situación concreta y dé frutos de vida nueva, aunque en apariencia sean imperfectos o inacabados", ha agregado.
Por ello, ha instado a que cuando perduren conflictos, violencia o sentimientos de venganza, no se impida "que la justicia y la misericordia se encuentren en un abrazo que asuma la historia de dolor de Colombia".
Y ha concretado: "Sanemos aquel dolor y acojamos a todo ser humano que cometió delitos, los reconoce, se arrepiente y se compromete a reparar, contribuyendo a la construcción del orden nuevo donde brille la justicia y la paz".
APELA A LA VERDAD
Por otro lado, el Pontífice ha apelado a la verdad como camino que lleva "a la reconciliación y al perdón" pero no a la venganza. "Verdad es contar a las familias desgarradas por el dolor lo que ha ocurrido con sus parientes desaparecidos. Verdad es confesar qué pasó con los menores de edad reclutados por los actores violentos. Verdad es reconocer el dolor de las mujeres víctimas de violencia y de abusos", ha señalado el Papa.
En este sentido ha precisado que la "verdad es una compañera inseparable de la justicia y de la misericordia". "Juntas son esenciales para construir la paz y, por otra parte, cada una de ellas impide que las otras sean alteradas y se transformen en instrumentos de venganza sobre quien es más débil", ha concluido.
Tras su alocución, el Papa pronuncia la oración de San Francisco de Asís y una bendición final.
La jornada concluirá con una parada del papa ante la cruz de la reconciliación en el Parque de los Fundadores, donde existe una placa con el número de víctimas de secuestro y asesinatos.