MADRID 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
Diferentes líderes y exdirigentes políticos han expresado su opinión después de que varios medios de comunicación hayan abandonado la red social X (antigua Twitter), algo que consideran un "error" y que el espacio de discusión política "hay que disputarlo".
"Yo no me voy a ir de aquí. No voy a dejar de luchar. Sé que mi vida sería mucho mejor si dejase esta red. Pero mis causas son más importantes que mi vida. Así que aquí seguiré. No pienso ceder este espacio solo para quienes intoxican o difaman", ha afirmado el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, en un comentario publicado en X, recogido por Europa Press.
Preguntada por el debate en los pasillos del Congreso, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha afirmado "es un tema controvertido". "Yo misma he dado el traslado hacia otra red alternativa, pero he decidido mantenerme en Twitter. No tengo la respuesta a esta cuestión", ha respondido.
"¿Hay que dejar X? Me parece muy respetable hacerlo como posición individual pero como posición política creo que es un error", ha expresado por su parte Pablo Iglesias, exlíder de Podemos y exvicepresidente del Gobierno. Para Iglesias, es una red social "llena de toxicidades", pero cree que, "políticamente, es más eficaz hacerle frente".
Alberto Garzón, exministro de Consumo y exlíder de Izquierda Unida, también se ha posicionado al respecto: "Pensé muchas veces en dejar esta red social -y otras-, y llegué a la conclusión de que, si lo hiciera, personalmente viviría mucho mejor. Sin embargo, creo que el espacio de discusión política, aun cuando es privado y feo, hay que disputarlo. Nuestro mensaje tiene que existir".
El diario 'La Vanguardia' ha anunciado que cierra sus cuentas en la red social X (antiguo Twitter) ante su "contenido tóxico" y por entrar en "una deriva" que "vulnera los mínimos conceptos de ética o de justicia" que se deberían respetar en una sociedad democrática.
También el periódico británico 'The Guardian' ha anunciado que dejará de publicar en sus cuentas de la red social X, porque se ha convertido en "una plataforma tóxica" al servicio de su propietario, Elon Musk, que la utilizado para "moldear el discurso político" de la ciudadanía.