MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, ha asegurado que le "sorprendió" que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, "aireara" y "publicitara" el contenido de la reunión con el secretario de Estado del Vaticano del pasado mes de octubre, en el que hablaron sobre la exhumación e inhumación de los restos de Francisco Franco, un asunto sobre el que Gil Tamayo se ha remitido a la llamada al diálogo del arzobispo de Madrid y ha pedido ocuparse de "los problemas reales de los españoles".
"Lo habitual es que en reuniones a ese nivel no haya una enfatización ni en los previos ni en las postrimerías. Se mueven en un cauce diplomático de normalidad institucional en que se llevan unos temas que previamente no se airean, ni posteriormente, salvo que haya unas intencionalidades que van más allá de la relación institucional y ya es una manifestación publicitaria", ha valorado Gil Tamayo este miércoles 14 de noviembre en una entrevista concedida a Europa Press.
En este sentido, el portavoz de los obispos españoles ha asegurado que se sintió "sorprendido" por la praxis del Gobierno. "La Conferencia Episcopal Española ha sido ajena a estas conversaciones (entre el Gobierno y el Vaticano sobre Franco), aunque sigue con interés y sorpresa los procedimientos de publicitación. Hay que hacer las cosas conforme a la praxis diplomática, con un Estado con unas peculiaridades como es la Santa Sede, con una sabiduría diplomática envidiable", ha subrayado.
En cualquier caso, Gil Tamayo ha indicado que sobre la exhumación e inhumación de los restos de Franco, la Conferencia Episcopal Española no tiene "otra palabra que la del arzobispo de Madrid" que es "la autoridad competente" en esta materia. Por ello, se ha remitido a la llamada que ha hecho el cardenal Carlos Osoro al diálogo entre familia y Gobierno para encontrar una solución a la inhumación de los restos de Franco.
Según afirmó Carmen Calvo tras su reunión con Pietro Parolin el pasado mes de octubre, el Gobierno había llegado a un acuerdo con el Vaticano para buscar una salida para que Franco no sea enterrado en la Catedral de La Almudena, como pide la familia, algo que el Ejecutivo quiere evitar para que el dictador no pueda ser enaltecido en el centro de Madrid. Sin embargo, horas después, el Vaticano precisó en un comunicado que Parolin no había hablado con la vicepresidenta sobre el lugar de la inhumación.
Desde aquel encuentro, el arzobispo de Madrid ha insistido en que la solución pasa por el diálogo entre la familia y el Gobierno, algo que suscribe la CEE. Además, el portavoz de los obispos añade que "hay que buscar la vía de entendimiento para la solución de los problemas" porque "cuando se opta por la vía impositiva, normalmente los desenlaces no son buenos para nadie".
"Nunca vamos a decir otra cosa que lo que dice el arzobispo de Madrid, que invita al diálogo entre Gobierno y familia para que esta cuestión sea encauzada debidamente y los problemas de los españoles sean los que nos ocupen la atención a todos, los problemas reales", ha enfatizado Gil Tamayo, al tiempo que ha instado a "recuperar la normalidad".
LA EXENCIÓN DEL IMPUESTO DE CONSTRUCCIONES, NEGOCIABLE
Por otro lado, sobre el anuncio que hizo la vicepresidenta del Gobierno, también tras la reunión en el Vaticano, sobre la creación de un grupo de trabajo con la Iglesia para tratar temas fiscales, como el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), del que está exenta, el portavoz de la CEE ha asegurado que los obispos españoles no han recibido "comunicación oficial" sobre este asunto.
Si bien, Gil Tamayo ha puntualizado que la exención del IBI no es un "privilegio". "El tratamiento fiscal a la Iglesia en España es el previsto en los Acuerdos, que podía tener ese viso de privilegio pero que ha quedado superado porque ese privilegio ha dejado de serlo en cuanto que lo tiene cualquier institución sin ánimo de lucro, fundaciones, etcétera. Lo único que hay es el Impuesto de Construcciones y Obras (ICIO) que es mínimo y es perfectamente negociable", ha subrayado.
Acerca de los bienes inmatriculados por la Iglesia Católica, con los que el Gobierno está preparando un listado, el secretario general de la CEE, ha asegurado que están dispuestos a recurrir a los tribunales de justicia si es necesario para defender sus edificios y están "convencidos" de que les darían la razón porque dicen haber seguido "estrictamente la ley".
En cualquier caso, ha indicado que la Iglesia católica es una institución que lleva "siglos" en España y, por lo tanto, considera que no se les puede pedir los mismos procedimientos de declaración de propiedad en el siglo XXI, en la era "informatizada", que en "la Edad Media".
Atendiendo al número de edificios que podrían aparecer en el listado del Gobierno sobre inmatriculaciones, el portavoz de los obispos calcula que si la Iglesia católica cuenta en España con 23.000 parroquias, al menos, aparecerán las correspondientes casas de los sacerdotes, instituciones educativas, hermandades y cofradías, entre otros. Además, ha apuntado que en la elaboración de este listado por parte del Ejecutivo entrevé "intereses por cuestiones ideológicas" más que "necesidades reales".
NO SE PUEDEN PONER MUROS EN EE.UU.
A nivel internacional, sobre la caravana de migrantes procedentes de Centroamérica que se dirigen a EE.UU., donde el Gobierno ha reforzado su seguridad, el portavoz de los obispos españoles ha subrayado que "una sociedad no se defiende con muros", menos aún "un país de inmigrantes" como EE.UU.
"El rostro de la Iglesia católica en EE.UU. es hispano, los inmigrantes no son delincuentes. Tenemos el defecto defensivo de la criminalización del que no conocemos. La movilidad es un derecho humano. Es un derecho humano preservar la propia vida y eso es lo que hay en esa larga caravana", ha indicado.
En el caso de España, donde el PSOE ha presentado una enmienda a la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana para mantener por el momento las devoluciones en frontera, Gil Tamayo ha expresado la oposición de los obispos a estas devoluciones en caliente, aunque también considera que hay que procurar hacer políticas en los países de origen para su desarrollo.
DE PORTAVOZ DE LA CEE A OBISPO DE ÁVILA
José María Gil Tamayo se ha pronunciado de esta forma en la que es una de sus últimas entrevistas como secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), ya que ha anunciado que, tras ser nombrado por el Papa Francisco obispo de Ávila, no se presentará a la reelección el próximo 20 de noviembre.
"Me voy a vivir a Ávila, me llevo a mi madre y voy a trabajar como obispo de Ávila, que es lo que el Papa me ha encargado. Por tanto, dejo la secretaría de la CEE. Ahora me toca volver a la pastoral directa, ya trabajé en ella como párroco rural en Extremadura, y tengo muchas ganas", ha explicado.
Según ha indicado, hay gente "muy preparada" para ser secretario general de la Conferencia Episcopal, y preguntado por si apoyaría a una mujer como candidata a este cargo, ha puntualizado que deben "elegir al mejor", aunque él no votará porque no puede hacerlo hasta que no tome posesión como obispo el 15 de diciembre, cuando pasará a ser el prelado "número 86".
Gil Tamayo asegura que deja su cargo "muy contento" sintiéndose un "afortunado" y "arropado", sobre todo por el presidente de la CEE, el cardenal Ricardo Blázquez, y los miembros del Comité Ejecutivo. Así lo ha vivido durante unos años en los que asegura que han tratado de ir "al compás" del Papa Francisco, construyendo una Iglesia "cercana, evangelizadora, servidora de los pobres"; y en los que ha destacado algunos acontecimientos como la visita de los Reyes, con motivo del 50 aniversario de la Conferencia Episcopal, o la visita del secretario de Estado del Vaticano.