MADRID, 3 Dic. (EDIZIONES) -
Se acerca el 22 de diciembre y, por tanto, la celebración de la Lotería de Navidad. Muchos aprovechan estos días para comprar un décimo por cuenta propia, mientras que otros recurren a las participaciones (dividir un décimo entre muchos), una alternativa que se suele usar mucho en empresas, familias y entre amigos para poder repartir el bote (siempre y cuando toque).
Las participaciones son un contrato entre dos partes. El comprador invierte una pequeña cantidad a un número (o más) que, en caso de coincidir con el número ganador, otorgará a su dueño una porción. Es un sistema que no puede ser utilizado por los distribuidores habituales de Lotería, sino que tienen que ser los particulares los que lo lleven a cabo.