MADRID, 13 Dic. (EDIZIONES) -
El proyecto #PlayEurope quiere incitar a jóvenes europeos a convertirse en "ciudadanos activos" a través de la enseñanza del emprendimiento social, es decir, ayudándoles a poner en marcha iniciativas empresariales que tengan un impacto positivo en la sociedad.
El germen de esta iniciativa está en VITECO, una empresa proveedora de tecnologías para la formación a distancia y coordinadora del proyecto, e incluye a nueve entidades colaboradoras europeas, como la Universidad Católica de Murcia (UCAM).
"VITECO fue la que se dio cuenta de que teníamos a nuestra disposición las herramientas para llevar a cabo #PlayEurope", ha rememorado José Antonio Ortí Martínez, profesor en la UCAM y participante en el proyecto, en declaraciones a Europa Press. "Ya habíamos colaborado con ellos en otro proyecto y surgió la oportunidad de hacerlo en este", ha añadido.
"Todos teníamos acceso a los jóvenes y podíamos medir su situación social y laboral", ha continuado Ortí Martínez. "Comenzamos a pensar en herramientas que VITECO tenía por su forma de proceder con el trabajo con las TIC, nosotros por la formación en cuanto a educación y con la suma de todas estas ideas presentamos un proyecto a los programas Erasmus+, que cuenta con una sección de Educación y Desarrollo", ha explicado el docente.
Este manual 'online' comienza explicando detenidamente qué quiere decir 'ser un emprendedor social', esto es, cómo crear un negocio que tenga como objetivo principal lograr un impacto positivo en la sociedad. Tras eso, establece una serie de etapas a superar, desde definir qué problema social se pretende resolver con la empresa hasta cómo desarrollar un plan de negocios para financiarla, pasando por cómo crear un equipo de colaboradores o cómo promocionar la idea.
La iniciativa pone a disposición de los jóvenes una guía explicativa que incluye descripciones de cada paso a seguir para poner en marcha un proyecto social, charlas de TED al respecto y juegos donde adquirir las competencias necesarias.
Pero, ¿qué va a impulsar a los jóvenes a emprender socialmente? Ortí Martínez ha destacado en declaraciones a Europa Press que esta es "una generación de jóvenes muy preparada y sobre todo con una visión más amplia que la que quizás tenía mi generación, o generaciones anteriores". "Tienen el conocimiento que nos ha traído las TIC, esta globalización que ha supuesto ponernos en los pies del otro, ver otras situaciones y empatizar", ha continuado.
"Además, pienso sinceramente que son una generación sensible con su medio y con los problemas que les atañen a ellos y a los demás. Se han sucedido muchas luchas --temas étnicos, raciales, de orientación sexual-- y esta generación se ha ocupado de empezar a vivir de otra forma más inclusiva, según mi opinión. Parece que tienen una nueva forma de querer aglutinar opiniones sin que éstas nos separen", ha concluido.
Las herramientas están disponibles en varios idiomas, ya que el proyecto busca la participación de jóvenes de España, Italia, Grecia, Rumanía, Macedonia, Bulgaria, Chipre y Estonia. Ortí Martínez no ha rechazado que una iniciativa similar pudiese expandirse o darse en otros lugares del mundo.
"Nos basamos en Europa porque es el contexto en el que estamos determinados, pero dados los índices generales y esta globalización pensamos que este es un problema que toda la sociedad global tiene pendiente".
APADRINA UN OLIVO
Para demostrar que emprender socialmente y vivir de ello es posible, #PlayEurope reúne en su web un 'manual de historias de éxito'. Una de ellas es la de Apadrina un olivo, un proyecto que pretende recuperar 100.000 olivos de Oliete (Teruel).
Apadrina un olivo fue fundada por José y Adrián, dos hermanos, Alberto y Pablo, este último amigo de Adrián. Adrián y Pablo son las dos "patas informáticas" del proyecto, mientras que José y Alberto se dedican "al día a día" de la asociación, tal y como lo ha explicado José en declaraciones a Europa Press.
"Mi hermano y Pablo eran amigos, pero yo no conocía a Pablo y a Alberto nadie le conocía", ha recordado José en declaraciones a Europa Press. "Alberto entabló conversación con mi hermano y con Pablo en una 'campus party' en Londres; a partir de ahí le contaron la necesidad de hacer algo en Oliete para evitar que terminara por morir y, en especial, con el olivar. Mi hermano me lo comentó después y a partir de ahí todo comenzó a surgir", ha explicado.
De los 100.000 olivares a recuperar que Apadrina un olivo se ha marcado como objetivo, la asociación ya lleva recuperados 7.000. La asociación ha conseguido tener en plantilla a ocho trabajadores a tiempo completo, una plantilla que en momentos puntuales --como en la campaña de la recogida de aceitunas-- puede llegar a crecer hasta los 14. Dichos trabajadores pertenecen a la Agrupación Turolense de Asociaciones de personas con Discapacidad Intelectual (ATADI).
El acto de 'apadrinamiento' de un olivo implica entre otras cosas bautizarlo, recibir dos litros de aceite al año y poder visitar el olivar, tanto en las jornadas organizadas mensualmente por la asociación como de manera personal en cualquier otro momento.
José ha hecho hincapié en declaraciones a Europa Press en que cada olivo guarda una historia particular. Por ejemplo, una antigua clase de alumnos, que decidieron apadrinar un olivo entre todos y ponerle el nombre de su promoción. "De ahí surgió que toda esa clase se volviese a juntar para venir a Oliete a pasar una jornada para conocer al arbolito", ha señalado José.
O, por ejemplo, la asociación se encuentra con que algunos de sus 2.5000 padrinos tienen meses de edad porque sus familiares han decidido regalarles un olivo. O que tiene padrinos en sitios tan remotos como India o Nepal, después de que la iniciativa fuese recogida por distintos medios a nivel mundial por el Día del Periodismo con Impacto.
¿Son diferentes los cuatro fundadores de la asociación con respecto a otros jóvenes? José ha contestado a Europa Press que "algo distinto tengo que tener porque me encantan las causas perdidas, cuando veo que alguien no se está encargando de algo, me pregunto si será que lo tengo que hacer yo".
José ha hecho hincapié en cómo le retribuye el haber encontrado un proyecto que "da sentido a su labor del día a día y ha recomendado a aquellos que quieran seguir su ejemplo que emprendan "con sentido" para que el proyecto no desaparezca con el tiempo porque no es viable económicamente.
Él, que dejó su trabajo como auditor financiero para lanzar Apadrina un olivo, ha dicho que "es una cuestión de valentía y quizás de tener mucha fe en los proyectos en los que te embarcas".