SAN SEBASTIÁN 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los dos barcos guipuzcoanos -el Santana Berria, de Getaria, y el Luis Barranko, de Hondarribia- apresados el jueves por las autoridades francesas, acusados de haber capturado sardina en una zona prohibida cuando ambos pesqueros se encontraban, junto a un grupo de más de 30 embarcaciones, faenando en busca de anchoa, se encuentran de camino a puerto después de pagar esta tarde una multa de 5.000 euros impuesta por el juez.
Según informó a Europa Press el presidente de la Cofradía de Hondarribia, Norberto Emazabal, la sanción para el Luis Barranko ascendió a 2.000 euros y para el Santana Berria a 3.000 euros, cantidades que hicieron efectivas poco antes de las ocho de la tarde y partieron a puerto.
Emazabal se mostró "satisfecho" por la multa "simbólica" impuesta por el juez, teniendo en cuenta que la última sanción de hace tres años fue de 20.000 euros. En aquella ocasión, la Policía marítima francesa apresó al pesquero Txingudi, de Hondarribia, por haber capturado verdel a menos de doce millas de la costa gala, distancia preceptiva para esa especie. El patrón del barco tuvo de abonar una fianza de 20.000 euros para poder abandonar el puerto de Bayona.
Los capitanes de las dos embarcaciones guipuzcoanas indicaron este viernes al juez que se había tratado de una pesca "accidental, no dedicada", ya que los barcos se encontraban pescando anchoa y en las redes se había introducido sardina. Uno tenía 1.400 kilos de sardina y otro 2.500 kilos. El pescado decomisado el jueves se vendió a 0,15 céntimos en San Juan de Luz.
Los dos barcos permanecían detenidos en el puerto de Bayona, después de que el jueves una patrullera gala les interceptara y les obligara a acudir a Anglet para el pesaje de la carga.
Según establecen los acuerdos pesqueros, los barcos se pueden aproximar hasta una distancia de seis millas náuticas de la costa si capturan anchoa pero no pueden rebasar las doce millas si se trata de sardina. El Santana Berria y el Luis Barranko se hallaban a entre siete y ocho millas, situación que no les habría supuesto problemas si la patrullera gala no hubiesen encontrado sardina mezclada con la anchoa.