ROMA, 27 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, el cardenal Sean O'Malley ha pedido a los obispos italianos --que deberán decidir si abren una comisión independiente para estudiar los casos de pederastia-- que no teman "nada" a "decir la verdad" al tiempo que ha destacado que la Iglesia será "juzgada" por la respuesta que ha dado a esta lacra.
"Es una realidad que seremos juzgados por nuestra respuesta a la crisis de los abusos en la Iglesia", ha destacado O'Malley en un mensaje en vídeo que fue publicado este jueves en 'L'Osservatore Romano'.
La Asamblea Plenaria en la que participan en Roma todos los obispos italianos y en la que fue designado como nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Matteo Zuppi, concluye este viernes bajo fuertes presiones por parte de las asociaciones de víctimas para establecer una comisión independiente, abrir los archivos y evaluar los casos.
O'Malley ha señalado que la cuestión de los abusos es un "complejo desafío" para la Iglesia. Tras elogiar la senda emprendida por Benedicto XVI --en cuyo pontificado y por primera vez el Vaticano reconoció 4.000 casos de abusos sexuales a menores por parte de clérigos-- y continuada por Francisco ha instado a optar "emprender un ministerio de misericordia casi desconocido, tendiendo constantemente la mano a los supervivientes".
Del mismo, ha añadido: "No es en absoluto fácil reconocer las historias de abusos de la gente, ofrecer un oído atento a los supervivientes y comprometernos a trabajar juntos por la justicia, pero después de cuarenta años puedo decir que es la única manera".
"El dolor incomprensible y la maldad revelada en estos momentos de testimonio pueden dar lugar rápidamente a expresiones de ira de los supervivientes hacia la Iglesia y sus dirigentes", ha alertado el cardenal. No obstante, ha señalado que la "escucha" a las víctimas o los "esfuerzos por la curación y la justicia pueden ser insuficientes para lograr lo que los supervivientes buscan". "Es una forma aleccionadora de recordar que, al final, sólo la gracia de Dios puede sanar lo que el pecado ha roto", ha recalcado.
El purpurado ha dejado claro que los fieles "quieren sentirse seguros en su Iglesia, y esto significa que deben ser más firmes en la fe por el compromiso de sus pastores". "Es una realidad que seremos juzgados por nuestra respuesta a la crisis de los abusos en la Iglesia", ha dicho ante los obispos.
Finalmente les ha instado a cumplir una "conversión pastoral" basada en siete aspectos: una atención pastoral eficaz a las víctimas, vigilar la formación, cuidar la selección de personas, eliminar a los culpables, colaborar con las autoridades, evaluar los riesgos de los sacerdotes culpables y chequear los protocolos.