MADRID 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo emérito de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco Varela, ha recordado que Álvaro del Portillo fue un "evangelizador de los más pobres" en las "chabolas" de Madrid y ha destacado su labor "arriesgada" durante la Guerra Civil.
"Cursó en Madrid la carrera de ingeniero de caminos, siendo a la vez evangelizador de los más pobres en las chabolas de aquella ciudad capital de España en un proceso de expansión urbana y demográfica incesante en el que se reflejaban los graves problemas sociales, humanos y religiosos de una época -la primera mitad del siglo XX-- de la historia española y europea, especialmente dramática", ha subrayado.
Asimismo, ha indicado que también durante "los convulsos años" de la Guerra Civil, en Madrid, el beato tuvo ocasión de dar testimonio de su fe "tanto en una difícil y arriesgada labor de catequesis como en los meses que pasó encarcelado". "La huella del nuevo beato está muy presente en Madrid", ha añadido.
Además, ha asegurado que la Iglesia se "enorgullece" de "su fiel ayuda" a san Josemaría Escrivá en la difusión del mensaje del Opus Dei por todo el mundo y de su contribución al Concilio Vaticano II.
Por otro lado, Rouco ha apuntado que esta ceremonia le trae el recuerdo de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid 2011 que "supuso una lluvia de gracias para todos y de modo particular para Madrid".
Por su parte, el prelado del Opus Dei, Javier Echevarría, ha rezado por las hermanas y hermanos que, en diversas partes del mundo "sufren persecución e incluso martirio a causa de la fe" y ha apuntado que esta beatificación "recuerda de nuevo la llamada universal a la santidad, proclamada con gran fuerza por el Concilio Vaticano II".
También ha dado las gracias al Papa Francisco por su "cercanía y sus claros consejos para la lucha espiritual de los cristianos" y al pronunciar los nombres de Francisco, Benedicto XVI, Juan XXIII, Juan Pablo II, Pablo VI, Rouco Varela y San Josemaría Escrivá, los fieles han roto en aplausos.