MADRID 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha instado este lunes 17 de octubre al Gobierno en funciones a implicarse "activamente en la protección y defensa de los periodistas españoles en Turquía", un país que en 2016 el puesto 151 de los 180 países analizados en la Clasificación Mundial de la libertad de prensa.
En concreto, la organización ha denunciado en un informe que las periodistas Beatriz Yubero y Natalia Sancha se hallan "en situación de indefensión y desamparo" tras ser detenidas y deportadas por el régimen de Erdogan, mientras que Lluís Miquel Hurtado ha sido "víctima de intimidaciones" por parte del Gobierno turco.
Según ha revelado RSF, Beatriz Yubero sufre actualmente "importantes secuelas psicológicas" como consecuencia de las "vejatorias y traumáticas condiciones" en las que se desarrolló su detención y deportación de Turquía, a principios del pasado mes de agosto. La doctora en Periodismo por la Universidad de Ankara y colaboradora de medios españoles, como 'La Razón' o Bez.es, se encuentra en tratamiento médico, según confiesa a Reporteros Sin Fronteras España.
En este caso, RSF ha aclarado que Beatriz Yubero, que residía en Turquía, fue obligada a abandonar el país "abruptamente", tras un proceso durante el que padeció "toda clase de atentados contra su integridad física y psicológica", y que se saldó con su deportación a España. "Después de varios días de pesadilla, tuvo que dejar en Ankara todas sus pertenencias, trabajo y estudios. Dos meses después, no tiene ni una sola constancia, verbal o escrita, ni por parte de las autoridades turcas, ni por parte de las españolas, sobre el porqué de su brutal expulsión del país", ha relatado.
"El caso de Beatriz es intolerable. Es inconcebible que un país que se autodefine como democrático trate a las personas violando todos y cada uno de los derechos humanos más fundamentales. No solo denunciamos la suspensión de su beca y deportación de forma totalmente injustificada, sino los malos tratos físicos y psicológicos que ha recibido durante todo el proceso", ha apuntado la presidenta de RSF España, Malén Aznárez.
Para Aznárez, es una muestra "evidente de la indefensión en la que se encuentran los informadores en la Turquía de Erdogan, que se ha transformado en una enorme cárcel para los periodistas y en un agujero negro para la información". "Estamos indignados y pedimos la urgente solución de este caso. Reporteros Sin Fronteras no dejará de denunciar esta situación mientras se mantenga", ha señalado Aznárez.
Asimismo, RSF ha recordado que, el pasado mes de marzo, la periodista Natalia Sancha, colaboradora habitual de 'El País' en Oriente Medio, les alertaba de su expulsión del aeropuerto Sabiha Gökçen de Estambul, tras cerca 17 horas retenida en contra de su voluntad.
"El 31 de octubre de 2015, aterricé en Estambul, tras pasar dos semanas de vacaciones en Tailandia. Me dirigía a Diyarbakir (región kurda de Turquía) y, al desembarcar, fui interceptada por un grupo de hombres, que yo identifiqué como personal del aeropuerto, por las acreditaciones que llevaban. Me preguntaron por mi destino y el motivo de mi viaje. Ese día, se celebraban elecciones en Diyarbakir y la población tenía vacaciones. Iba a visitar a unos amigos como turista, no como reportera, y así se lo hice saber", ha comentado la periodista.
Sancha ha indicado que tras sufrir malos tratos le preguntó "al supuesto jefe de seguridad por qué iba a ser deportada". "Me contestó, literalmente, que constituía una amenaza para la seguridad pública, por el mero hecho de viajar a una ciudad como Diyarbakir, donde todos los habitantes, según él, eran terroristas", ha recalcado Sancha.
Por su parte, el colaborador habitual de 'El Mundo' en Turquía y también de medios como 'Ara' o RAC1 el periodista Lluís Miquel Hurtado ha criticado que "España, desde hace mucho tiempo, tiene poder comercial, pero no diplomático, y las embajadas se han transformado en delegaciones comerciales". "El caso turco es un ejemplo claro: se lavan las manos y escurren el bulto", ha apostillado.
Según ha señalado RSF, Hurtado aterrizó a finales del pasado mes de abril en el aeropuerto de Sabiha Gökçen de Estambul y fue interceptado por tres agentes, antes de pasar el control de pasaportes. Como a Natalia Sancha, a Hurtado le aislaron en una sala del aeropuerto y le arrebataron el móvil, que estaba usando para alertar a sus compañeros.
"Siguió un interrogatorio bastante ridículo, en el que intentaban buscar mis filias con el partido kurdo HDP, a cuyos líderes he entrevistado dentro y fuera del país. Les di sus nombres. Me registraron toda la maleta y, al cabo de veinte minutos, me dejaron marchar. Yo lo interpreto como un toque de atención, como un aviso de que me vigilan y de que tenga cuidado con el tema kurdo. Si hubiesen encontrado cualquier irregularidad administrativa, me habrían deportado", asegura.
En este sentido, la presidenta de RSF España ha hecho hincapié en que "la pasividad de la Diplomacia española parece ser una constante en las quejas de los periodistas que cubren un país tan peligroso para la libertad de información, como es en estos momentos Turquía".
"La mayoría de los periodistas españoles que cubren la actualidad turca, como sus compañeros que se juegan la vida en zonas en conflicto, son colaboradores, freelance a los que se impone un doble abandono y desamparo: el de las autoridades españolas y el de unos medios que solo están obligados por el compromiso ético que decidan adquirir con cada caso; unos medios que no siempre están a la altura de la protección y defensa que merecen sus colaboradores. Es urgente que el Ministerio de Asuntos Exteriores se implique de forma activa en la defensa y protección de todos ellos", ha concluido.