MADRID, 14 Feb. (EDIZIONES) -
La fecha en que se celebran las festividades suelen tener una razón de ser y San Valentín no es una excepción: el 14 de febrero se conmemora el día del cariño y el amor, mundialmente conocido como Día de los Enamorados, y hay que remontarse a la antigua Roma para entender la relación de este santo con la fecha en que se celebra. Detrás de este día, se encuentra la leyenda de San Valentín de Roma, el sacerdote que casaba a los soldados en secreto durante el Imperio Romano.
De acuerdo a la tradición católica, Valentín de Roma fue uno de los tres santos mártires que vivió en Roma. Fue médico y sacerdote. Su principal obra fue casar a los soldados con sus prometidas en las profundidades de las cárceles del Imperio Romano, en tiempos del emperador Claudio II, el cual prohibió la práctica del cristianismo en el territorio del Imperio. Esto llevó a Valentín a ejercer en secreto los votos matrimoniales.
Con el tiempo, la obra de Valentín llegó a oídos del emperador, que lo mandó decapitar en el año 270. De acuerdo a las leyendas, el principal motivo fue que los soldados no podían tener pareja ni lazos que pudieran entorpecer su labor en batalla por mandato del emperador.
La leyenda de Valentín pervivió, y más tarde, alrededor del año 450, el papa Gelasio I instauró el día de San Valentín como día del amor, el 14 de febrero. Según cuenta la tradición, Gelasio I trataba así de acabar con las fiestas lupercales romanas, en las cuales se desollaban animales como cabras para hacer látigos con sus pieles y con ellas azotaban manos y espaldas de las mujeres que encontraban en el camino dispuestas a ser parte de la ceremonia, con la fe de que serían mas fértiles, según cuenta José Guillén en 'Urbs Roma. Vida y costumbres de los romanos III. Religión y ejército'. Con el tiempo, la Iglesia Católica logró su propósito, y San Valentín se impuso con el tiempo, haciendo olvidar la fiesta romana.