MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El sector del Seguro se hizo cargo del entierro de 275.160 personas en España en 2018, lo que supone el 61% de los fallecidos en el país, según las conclusiones del Informe Estamos Seguros 2018 elaborado por la Asociación Empresarial del Seguro (UNESPA).
Según el estudio, la mayoría de las inhumaciones (185.263) se produjeron en la misma localidad donde ocurrió el fallecimiento, mientras que en 89.388 casos, un 32,49% del total, fue preciso trasladar el cadáver de una población a otra dentro del territorio nacional. Asimismo, hubo 509 personas que perecieron en el extranjero.
El seguro de decesos es, tras el de automóviles, el producto asegurador con mayor capilaridad en España, según afirma UNESPA. En concreto, 21,76 millones de personas de los 46,73 millones de residentes en el país están protegidas por una de estas pólizas, el 46,6% de la población, de acuerdo con datos recabados por ICEA.
Además, señala que como en el mercado hay 8,36 millones de pólizas, existe una media de 2,6 asegurados por contrato, un dato que refrenda el carácter familiar del producto, según precisa. Las aseguradoras suelen encargarse del servicio funerario y los traslados y, además, facilitan a las familias otros servicios asociados como el asesoramiento jurídico o la atención psicológica.
La implantación del seguro de decesos es particularmente destacada en la mitad Sur de la Península y en la cornisa cantábrica. Las provincias donde este producto tiene una mayor presencia son Cádiz (80% de la población asegurada), Ávila (79%), Badajoz (72%), Ciudad Real (69%) y Huelva (66%). Donde menos presencia tiene es en Melilla (16%), Soria (18%), Huesca (21%), Teruel (22%) y Baleares (23%).
Los índices de suscripción más altos de este producto se dan pasados los 45 años y, muy especialmente, en la vejez. No obstante, el seguro de decesos también está bastante presente entre los niños y la gente joven y las tasas de aseguramiento entre la población menor de 30 años oscilan entre el 19% y el 44%, según el informe.