MADRID, 12 Dic. (EDIZIONES) -
Las medidas de prevención de un accidente de tráfico son muchas, y en la gran mayoría de los casos, conocidas por todos: el uso del cinturón de seguridad, no conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas, realizar descansos periódicos, no emplear el móvil al volante, el uso de sillines adaptados para niños...
A diferencia de lo que sucede en el caso de un accidente de avión, es muy difícil prepararse en la carretera para recibir un impacto inminente e inevitable en tu vehículo, debido al escasísimo margen de tiempo en el que se producen las colisiones. Sin embargo, adoptar una postura adecuada en el asiento servirá para reducir la gravedad de las lesiones o incluso lograr sobrevivir a un accidente de tráfico.
CÓMO UTILIZAR EL VOLANTE
El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM) recomienda en todo momento que el volante del vehículo se sujete con las dos manos, dado que así se favorece la postura ergonómica del cuerpo. El agarre recomendado se debe realizar con las dos manos en paralelo, preferentemente en la posición de las 'tres menos cuarto'.
Para medir adecuadamente la distancia entre el conductor y el volante, los fisioterapeutas madrileños aconsejan estirar completamente los dos brazos con los hombros pegados al asiento, de modo que las muñecas queden en la parte superior del volante. El coordinador de movilidad del RACE, Jorge Castellanos, indica que la distancia recomendada "debería ser de un folio, aproximadamente".
CÓMO COLOCAR EL RESPALDO
Además de ayudar a prevenir graves lesiones tras un impacto, una adecuada colocación del respaldo también ayudará a prevenir problemas físicos de espalda que se puedan generar a la larga. El colegio madrileño de fisioterapeutas explica que este no debe ir ni demasiado recto ni demasiado inclinado, de manera que los brazos y los codos estén lo suficientemente estirados. En el primer caso, se mantendrá el cuerpo en tensión en demasiado tiempo y se incrementará la fatiga, mientras que en el segundo, se perderá tiempo de reacción al tener el volante más lejos.
El RACE alerta también del riesgo del llamado 'efecto submarino', consecuencia de llevar el asiento demasiado inclinado. Si se produjese un choque, el ocupante que tenga el asiento reclinado "se deslizaría unos centímetros hacia abajo, de modo que la banda horizontal de cinturón de seguridad pasaría a sujetar el estómago en lugar de la pelvis, y eso incrementaría mucho las lesiones", detalla Jorge Castellanos.
Asimismo, hay que tener presente que el reposacabezas no es un simple elemento para apoyar la cabeza. Su función es la de protegernos en caso de accidente, puesto que evita o minimiza el latigazo cervical en caso de impacto. Para ello, debemos situarlo de manera que los ojos queden por la mitad de la altura del mismo y tener siempre colocada la cabeza, ya que cuanto mayor sea la distancia, más graves pueden ser las lesiones tras el choque.
A QUÉ DISTANCIA DE LOS PEDALES DEBES COLOCARTE
Para facilitar la conducción, lo recomendable es realizar el ajuste de la separación entre el asiento y los pedales nada más sentarte en el vehículo. La distancia no debe ser ni muy grande ni muy pequeña. Entre otros consejos, se aconseja que al pisar el embrague hasta el fondo, la pierna izquierda pueda estar completamente estirada, para reducir el cansancio durante la conducción y, por tanto, facilitar el uso de los pedales.
Además, se recomienda que la rodilla derecha vaya suelta y nunca se apoye en el interior del vehículo, para no pinzar nervios que pueden producir adormecimiento.
A QUÉ ALTURA DEBE IR EL ASIENTO
La altura del asiento siempre deberá estar relacionada con la altura del propio conductor. No obstante, resulta más seguro que esta no sea demasiado alta, para lograr así tener una mayor sensación de movimiento de la carrocería, pero siempre evitando reducir la visibilidad.
OTROS CONSEJOS QUE DEBERÍAS TENER EN CUENTA A LA HORA DE SENTARTE
- Reduce el número de objetos sueltos a bordo, ya que previenes que el interior del coche esté lleno de posibles proyectiles que pueden causar graves heridas a alta velocidad tras un impacto.
- Quítate el abrigo cuando estés sentado. Con él puesto, tu volumen aumenta, y esos centímetros de más "podrían hacer que generes más inercia y, por tanto, aumentar las consecuencias del golpe", advierte Jorge Castellanos.
- Si viajas como copiloto, no apoyes tus pies sobre la guantera. Así prevendrás luxaciones o fracturas que pueden afectar a tus pies, piernas o incluso pelvis en caso de un impacto y de la activación del airbag.
- Ten cuidado con las maniobras repetitivas de la conducción que pueden ocasionar lesiones, como pisar los pedales o cambiar de marchas manualmente.
- Colócate adecuadamente el cinturón de seguridad y asegúrate que no te queda holgado. Así te asegurarás de estar bien sujeto al asiento.
- Nunca saques el brazo fuera de la ventanilla, ya que así prevendrás posibles lesiones, fracturas o amputaciones en caso de que lo tengamos fuera durante un accidente.
CÓMO ACTUAR CUANDO TE ENCUENTRAS CON UN OBSTÁCULO EN LA CARRETERA
Las salidas de vía son la gran causa de siniestros graves en la carretera, especialmente en las carreteras secundarias, "donde te puedes encontrar de todo fuera del asfalto", recuerda el RACE. Por ello, es importante evitar los volantazos bruscos para esquivar un obstáculo cuando aparece en tu camino.
Jorge Castellanos aconseja para estos casos "pisar freno y embrague a fondo", y si es necesario esquivar, "girar el volante lo menos posible". Sortear un obstáculo requiere en muchos casos de un simple cambio de carril, una acción que requiere de "un giro de muy pocos centímetros", por eso es importante evitar que el volantazo sea nuestra primera reacción tras el susto. El sistema de ABS servirá de asistencia técnica para reducir lo más posible la velocidad de tu vehículo al frenar.
VEHÍCULOS PREPARADOS PARA EL IMPACTO
El presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, señala que los vehículos se han adaptado técnicamente para aminorar las consecuencias de una de las principales causas de muerte, el impacto con las partes duras del interior del habitáculo.
"Además de la estructura rígida del chasis, los automóviles han empezado a incorporar otras partes más flexibles", indica Arnaldo, para que esta última actúe como un acordeón "que contribuya a amortiguar la violencia de la desaceleración tras el impacto". Y es que la otra gran causa de la mortalidad de un accidente de tráfico son las lesiones internas que sufre el ocupante del vehículo como consecuencia de la inercia tras el frenado en seco. "La desaceleración aumenta el peso aparente de las vísceras y eso no lo soporta la presión arterial", explica el presidente de AEA.
De este modo, los vehículos han incorporado partes deformables que han contribuido a convertir en frecuentes las imágenes de vehículos destrozados tras un accidente cuyos ocupantes han sobrevivido. Complementado con el cinturón de seguridad y el airbag, esta estructura flexible pretende además que los viajeros "no golpeen con las partes duras del chasis".