LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de San Mateo (Gran Canaria) ha investigado a una persona de 42 años y vecino de Santa Brígida, como presunto autor de un delito de maltrato animal al tener 18 canes en pésimas condiciones higiénico sanitarias en unas perreras anexas a su domicilio.
Según informa la Guardia Civil en una nota de prensa, la investigación comenzó a raíz de la denuncia de un ciudadano, por lo que los agentes realizaron las comprobaciones pertinentes para verificar el estado en el que se encontraban los perros, todos de la raza podenca salvo un perro mestizo.
De esta manera, el Seprona solicitó de manera urgente ante la Concejalía de Sanidad del Ayuntamiento de la Villa de Santa Brígida la asignación de un veterinario, así como el decomiso de todos los animales, actuando al amparo del Decreto 117/1995, de 11 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento que desarrolla la Ley 8/1991, de 30 de abril, de Protección de los Animales en Canarias.
Posteriormente y junto con la veterinaria del Ayuntamiento, se acreditó que cuatro podencos presentaban delgadez extrema, observando los agentes otros síntomas como dificultad de movilidad, problemas para mantenerse erguidos, heridas o llagas de posicionamiento; además otros ocho podencos presentaban una importante delgadez, presentando también heridas de pequeño tamaño y dos crías de la misma raza con pocas horas de vida con restos aun en su cuerpo del cordón umbilical, comunicando la facultativa que la hembra parturienta podría contener más cachorros en su interior.
CARENCIA DE DOCUMENTACIÓN
Por su parte, los agentes comprobaron que diez de los animales no contaban con cartillas veterinarias ni se encontraban identificados en base la citada ley de protección animal, ni poseían cartillas sanitarias; además los animales que la presentaban no contaban con las vacunas obligatorias desde el año 2013, conforme a la Orden de 18 de marzo de 1998 del Gobierno de Canarias para la campaña antirrábica, la cual establece la vacunación anual de los animales domésticos y de compañía.
Del mismo modo, se comprobó la existencia de otras seis cartillas de animales que, según pudo averiguar la Guardia Civil en base a la manifestación del investigado, habían fallecido sin que se comunicara tal circunstancia a ningún facultativo veterinario.
Los agentes contabilizaron un total de 19 perreras que presentaban un lamentable estado desde el punto de vista sanitario, ya que se observaron abundantes restos de excrementos --sin recoger aparentemente desde hace días-- así como orines en el suelo, muchos perros no tenían cerca ni agua ni comida mientras que otros tenían recipientes de agua turbia de color verde, observando una falta de atención y cuidados de limpieza generales.
Con todo, dicha diligencia practicada por la facultativa que acudió al lugar ha permitido al Seprona corroborar el estado sanitario de los animales, evidenciando además los diferentes estados de desnutrición que presentaban aquellos, muy graves en cuatro y con riesgo inminente para la vida de uno, aunque en conjunto el colectivo presentaba un estado físico muy malo.
Por la extrema delgadez en varios de los animales presentaban lesiones correspondientes a llagas posturales, un ejemplar mostraba una conjuntivitis severa, caquexia (extrema desnutrición), llagas posturales y necrosis en varias partes de la piel, apreciándose además en una de sus heridas parte del hueso expuesto; otro de los animales presentaba además ceguera en ambos ojos.
Por todo ello el Seprona investigó al dueño de los animales descritos como presunto autor de un delito de maltrato animal, tipificado en el artículo 337 del Código Penal, al presentar los animales un estado físico deplorable debido a la supuesta omisión del investigado en darles los debidos cuidados y atenciones que dictan los diferentes marcos normativos; quedando a disposición del Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº 6 de Las Palmas de Gran Canaria.