La UE estudiará crear un fondo para compensar a agricultores

Actualizado: lunes, 6 junio 2011 22:11

BRUSELAS, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los ministros de Agricultura de la Unión Europea estudiarán mañana en una reunión extraordinaria en Luxemburgo la creación de un fondo "especial" para compensar al sector hortofrutícola europeo, por las pérdidas sufridas a raíz de la crisis de la bacteria 'E.coli', cuyo origen fue achacado inicialmente por las autoridades alemanas a unos lotes de pepinos procedentes de España.

La hipótesis que se baraja es la de crear un "fondo especial para una situación especial" a imagen de las ayudas especiales que se dieron para los productores de leche en 2009 o para los afectados por la crisis de dioxinas en Irlanda en 2008, según han adelantado fuentes comunitarias, que no han dado detalles sobre el monto con el que se podría dotar al fondo. Se espera que los Estados miembros presenten sus estimaciones de los daños y que el debate se centre en "cómo y cuánto" se pude ayudar, han apuntado otras fuentes europeas.

El comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, advirtió la semana pasada de que los instrumentos de que dispone la UE para apoyar a los agricultores en esta crisis son "limitados", pero se comprometió a examinar "todas las opciones legales" para plantear soluciones más allá de las previstas por la Política Agraria Común (PAC) --para retirar parte de la producción del mercado, hasta un máximo del 5% del volumen total-- y de las subvenciones públicas.

En el caso de las ayudas de la PAC el problema es que la gestión de estos apoyos depende en general de las organizaciones agrarias (que en España agrupan al 32% de los agricultores), lo que dejaría fuera a los productores independientes. Además, son subsidios cofinanciados al 50% entre Bruselas y los Estados miembros. En cuanto a las subvenciones públicas, la UE fija un tope de 7.500 euros en tres años como máximo para las ayudas que no requieren notificación previa a Bruselas.

Fuentes comunitarias reconocen que se trata en cualquier caso de cantidades muy inferiores a las pérdidas declaradas por el sector hortofrutícola europeo y por ello admiten la necesidad de explorar otras alternativas. Sólo en España, el sector ha calculado sus pérdidas en 200 millones de euros semanales, mientras que otros países como Francia, Países Bajos y Bélgica han visto caer sus ventas entre un 50 y un 90% desde que comenzó la crisis.

Los mercados de Alemania y otros países de la UE se cerraron en un principio a las frutas y verduras españolas por la alarma creada al señalar erróneamente unos lotes de pepinos andaluces como origen del brote y ahora Rusia ha vetado la entrada de cualquier producto hortofrutícola europeo a su territorio.

España ha dejado claro en el seno de la UE el "malestar profundo" por la gestión "irresponsable" que han hecho las autoridades alemanas de esta crisis y ha exigido "compensaciones" de las arcas comunitarias por los "graves daños" que han sufrido los agricultores. La propia canciller alemana, Angela Merkel, y la Comisión Europea se han mostrado partidarios de indemnizaciones comunitarias para los agricultores afectados en "el conjunto de la UE".

La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, asiste a la reunión y exigirá a la UE resarcir "al 100%" los daños sufridos por los productores españoles a causa de la crisis, según adelantó el lunes.

Además del debate con el comisario Ciolos, los ministros de Agricultura recibirán de la ministra del ramo alemana la última información sobre las investigaciones para detectar el origen de la contaminación. Los análisis preliminares realizados a los últimos sospechosos -brotes de soja producidos en Baja Sajonia Sajonia-- han resultado negativos y persiste la incógnita sobre la fuente del brote.

También asiste a la reunión el comisario de Salud y Protección al Consumidor, John Dalli, que este lunes se ha reunido con los responsables europeos de Sanidad y ha defendido la eficacia del sistema europeo de alerta. En su opinión este mecanismo no necesita ser reformado, aunque se ha mostrado favorable a realizar "ajustes" para que en el futuro la alerta se active en base a lo que exijan los datos científicos y "no por cualquier declaración".