Estragos ocasionados por la DANA, a 6 de noviembre de 2024, en Picanya, Valencia, Comunidad Valenciana (España). - Rober Solsona - Europa Press
MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) y Greenpeace han pedido revisar los protocolos de actuación frente a fenómenos extremos e incluir el cambio climático en la planificación urbana tras la DANA en Valencia, que ya ha dejado más de 200 víctimas mortales.
Con motivo de los planes de reconstrucción para la zona anunciados este martes por el Gobierno, WWF ha insistido en que no se va a conseguir evitar nuevos eventos catastróficos sólo con más presas o con nuevas infraestructuras de encauzamiento, "sino respetando y restaurando la naturaleza así como con una adecuada planificación territorial".
De esta manera, la organización ha insistido en que se debe planificar la reconstrucción teniendo en cuenta la geografía y el comportamiento del agua. En líneas más generales, ha instado a llevar a cabo una ordenación del territorio adecuada y una buena gestión y restauración de cauces y riberas para evitar los efectos más graves de las inundaciones más extremas.
Por otra parte, ha recomendado implementar soluciones basadas en la naturaleza, como la recuperación del espacio fluvial natural para disminuir la peligrosidad de las avenidas, el favorecimiento de la infiltración del agua en el territorio con la restauración del suelo en zonas forestales diversas, el drenaje urbano sostenible o la restauración de humedales para ayudar a la retención del agua en zonas naturales.
En este sentido, ha aconsejado desarrollar acciones para recuperar y restaurar el espacio natural fluvial y sus hábitats con proyectos de restauración ecológica que minimicen las inundaciones en núcleos urbanos en dichas cuencas. El objetivo es crear la mayor superficie posible de llanuras de inundación. Por último, ha animado a tener los planes de protección civil actualizados.
LAS CCAA DEBERÍA REVISAR SUS PROTOCOLOS "A CORTO PLAZO"
Por su lado, Greenpeace ha reclamado estrategias y planes de adaptación basados en riesgos actuales y futuros y en la realidad ambiental y socioeconómica local. A corto plazo, ha pedido que todas las comunidades autónomas revisen a corto plazo sus protocolos de actuación y los sistemas de alerta temprana para adaptarlos a la nueva situación provocada por el cambio climático, así como difundirlos entre las mismas administraciones y los ciudadanos.
A su vez, ha insistido en la necesidad de integrar los riesgos de los eventos extremos en la formación, especialmente las personas implicadas en procesos de gestión y planificación urbana, así como para perfiles profesionales que impliquen la gestión de personas en el ámbito empresarial o el cuidado de personas vulnerables.
A medio plazo, la ONG ha reclamado que se adapten los espacios para reducir la exposición a los eventos extremos y la vulnerabilidad de la ciudanía. Por ello, considera que la planificación urbana debe contar con estrategias y planes de prevención y gestión de riesgos para responder a través de la gestión pública de forma rápida y eficaz.
En este ámbito, califica de "imprescindible" tener en cuenta toda la normativa que hace referencia tanto a las zonas inundables como a la importancia de conservar las características naturales de los cauces de riberas y ríos. En su opinión, todas las viviendas situadas en zonas inundables deben ser alertadas de forma inmediata ante el riesgo de inundaciones. Además, cree que estas construcciones deben irse eliminando de manera progresiva de las zonas inundables y que no se tiene que permitir edificar en esos espacios.
Como WWF, la ONG ha solicitado "espacios de alivio" para los ríos aguas arriba "a muchos kilómetros de las poblaciones". En la misma línea que la otra ONG, ha recomendado además renaturalizar los espacios naturales implicados en el ciclo hidrológico y aplicar soluciones basadas en la naturaleza. Entre este tipo de medidas se encuentran los pavimentos permeables y los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) como azoteas y aceras verdes, jardines de lluvia y parques inundables o lagunas temporales que reducen el agua que discurre por la superficie, permitiendo que se retenga, se filtre, se drene e incluso se almacene.