Cómo cuidarme
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 15 diciembre 2017 12:09

MADRID, 11 Nov. (Elisa García, psicóloga) -

"No es que mi padre haya venido a vivir con nosotros, es que mi padre se ha convertido en el centro de nuestra vida".

"Yo soy una cuidadora que está intentando sobrevivir dándose cuenta de que tengo derecho a vivir la vida sin que a mi madre le falte nada".

"Mi marido, al que yo amé, con el que yo compartí tanto, ya no era el mismo* ahora me toca a mí protegerlo a él".

"Yo soy una cuidadora nata, de esas de 24h al día".

Todos estos son los testimonios de varios de los protagonistas del corto documental 'Cuidadores', personas que dedican gran parte de su tiempo a cuidar de otras personas.

El 5,5% de la población europea cuida de forma no remunerada a personas adultas, según un estudio realizado recientemente por el INE.


¿EN QUÉ CONSISTE CUIDAR?

Los cuidadores de personas dependientes dedican gran parte de su tiempo y esfuerzo a permitir que otras personas puedan desenvolverse en su vida diaria, ayudándoles a adaptarse a las limitaciones que puedan sufrir.

Generalmente, cuando hablamos de "cuidar" hablamos de un "trabajo" para el que no se ha recibido formación previa y en el que las personas no perciben una remuneración.

Cuidar abarca labores muy distintas que pueden ir desde cocinar, limpiar o leer un periódico hasta hacer frente a cambios de conducta en la otra persona, situaciones de agresividad, deambulaciones o problemas de memoria.

Todas estas situaciones pueden generar mucha responsabilidad, tensión, carga emocional y problemas físicos en el cuidador. Por todo ello es muy importante buscar y encontrar las maneras adecuadas para enfrentarse a la situación y saber buscar ayuda cuando sea necesario.


¿QUÉ EFECTOS PUEDE TENER CUIDAR?

Las personas que atienden directamente a familiares dependientes, tienen que responder a determinadas demandas (internas "es mi deber" y externas "los demás esperan que lo haga"), muy exigentes a veces. Todas estas demandas y exigencias pueden llegar a repercutir, tanto en su propia persona como en las de su entorno. Algunos efectos de ello pueden ser:

· Peores relaciones familiares: podrían aparecer conflictos en la familia, discusiones, reproches, acusaciones...

· Cambios emocionales: variaciones en el estado de ánimo, sentirse más triste de lo habitual...

· Descuidar la salud propia: no acudir al médico cuando es necesario, pasar por alto señales de alerta sobre sula salud...

· Consecuencias laborales: absentismo, falta de puntualidad...

· Dificultades económicas: al disminuir la dedicación laboral, disminuyen los ingresos y aumentan los gastos derivados del cuidado del familiar (medicamentos, terapias, adaptaciones en el hogar, etc.).

· Poco tiempo de ocio: produciendo aislamiento, apatía, soledad...

· Culpabilidad: el tomar decisiones complicadas en muchas ocasiones puede dar lugar a la culpabilidad. Por ejemplo tener que decidir si al familiar se le debe ingresar en una residencia.

No obstante, debemos tener en cuenta que no solo existen efectos negativos sino que también existe algo muy positivo en el cuidado:

· "La satisfacción de cuidar": Cuidar de un familiar, amigo... en definitiva, a una persona dependiente, puede ser, a pesar de las dificultades, una experiencia muy satisfactoria para el cuidador. Existen muchos testimonios de cuidadores que manifiestan sentirse realizados y haber evolucionado a través de las situaciones asociadas al cuidado.


SEÑALES DE ALERTA EN LA SALUD DEL CUIDADOR

Será muy importante detectar las señales de alarma que preceden a las consecuencias negativas de cuidar para poder prevenirlas y no esperar a que se compliquen. Como cuidador o como persona cercana al cuidador, es preciso estar atento ante signos como:

· Pérdida de energía.
· Aislamiento.
· Aumento en el consumo: alcohol, tabaco, fármacos...
· Bajo rendimiento en las tareas del día a día.
· Disminución del apetito.
· Irritabilidad, nerviosismo,...
· Cambios frecuentes de humor.
· Tratar a otras personas de forma menos considerada que habitualmente.
· Problemas en el ámbito laboral.
· Problemas económicos.
· Muestras de menor afecto que antes hacia el familiar.
· Castigos desproporcionados o trato vejatorio hacia la persona cuidada.


¿CUÁNDO Y CÓMO A PEDIR AYUDA?

Lo primero de todo se debe tener en cuenta que: Pedir ayuda no es un signo de debilidad.

Pedir ayuda será la mejor forma de cuidar de nuestro familiar y de nosotros mismos.

Si necesitas ayuda, pídela abiertamente y de forma explícita. Recuerda que la gente el resto de personas no podrán adivinar qué te ocurre.

El dejarse ayudar y enseñar por otras personas, familiares, profesionales, organizaciones...será un alivio para ti y para la persona a tu cargo. la persona cuidada y el cuidador.

El saber adaptarse a la ayuda que se nos ofrece y reconocer que la nuestra no tiene por qué ser la mejor, en todos los casos será una decisión sabia.

Por último, para poder pedir ayuda de forma "saludable" recuerda que será importante: agradecer el apoyo recibido y desechar pensamientos como "nadie puede cuidar a mi familiar mejor que yo". Probablemente sea cierto, pero recuerda que también necesitas cuidarte.


CONSEJOS PRÁCTICOS PARA EL CUIDADOR: CÓMO CUIDARSE

· Duerme lo suficiente (7-8 horas al día).
· Haz ejercicio con regularidad.
· Evita el aislamiento.
· Salga de casa.
· Mantenga las aficiones e intereses que antes tenías.
· No descuides la atención del resto de tula familia.
· Organiza tu tiempo.
· Conoce tus derechos.


PROGRAMAS Y SERVICIOS DE APOYO A CUIDADORES

Además de saber pedir ayuda a personas de nuestro alrededor, amigos y familiares también existen otras posibilidades como son:

1. Los Programas de Respiro Familiar en Residencias: ofrecen la posibilidad de dejar a la persona al cuidado de profesionales en un centro residencial durante un tiempo.

2. Los Grupos de Apoyo: son grupos que ofrecen la posibilidad de expresar pensamientos, compartirlos con otras personas, entablar nuevas relaciones sociales y aprender de la experiencia y el apoyo de otros cuidadores, es una parte esencial del autocuidado.

3. El Servicio de Ayuda a Domicilio: es un servicio de carácter individualizado, educativo, preventivo y rehabilitador que se desarrolla en el domicilio de la persona y tiene como objetivo ayudar al cuidador principal en las labores del día a día.

4. Productos de Apoyo: son dispositivos, instrumentos, aparatos y/o adaptaciones que se emplean para ayudar en las limitaciones y/o deficiencias funcionales que puedan sufrir las personas en situación de dependencia. Serán distintos dependiendo del tipo de cuidados que requieran las personas.

5. Los Centros de Día: son centros socio-terapéuticos que durante el día, prestan atención integral e interdisciplinar a personas en situación de dependencia.

6. Profesionales de la salud mental: recuerda que si experimentas alguna de las señales de alerta que mencionamos anteriormente existe personal cualificado como psicólogos o psiquiatras que podrán acompañarte y ofrecerte soporte en este camino.

¿Dónde encontrar esta información?

· http://www.cuidadoresfamiliares.org/

· Confederación Española de Asociaciones de Familiares de personas con Alzheimer y otras demencias.

· APCF- Asociación pro cuidador familiar

· CUMADE- Asociación de cuidadores y familairesfamiliares

"Ser cuidador no consiste sólo en dar de comer, vestir o limpiar. También consiste en comprender cómo gestionar una relación complicada entre los que ofrecen cuidados y los que lo necesitan. Si te sientes perdido, frustrado, confundido, siempre puedes utilizar esta útil regla nemotécnica PEOAP: preguntar, escuchar, observar, ayudar y preguntar de nuevo". De la película "Los principios del cuidado".

Recuerda: "No puedo cuidar de nadie, si no cuido antes de mí mismo".

Elisa García Martínez

Psicóloga