MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
Cada año mueren en España cerca de 200 personas por incendios al año, según la Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios (Tecnifuego-AESPI), que alerta de que el riego se intensifica cada invierno, porque aveces tiene como origen la pobreza energética, aunque también se deben a descuidos o falta de información.
El perfil del fallecido es hombre mayor que vive solo y fallece en el salón de casa.
A falta de cerrar las estadísticas de 2017, Tecnifuego-AESPI señala que el pasado año aumentaron las muertes por incendio en el hogar y añade que entre enero y marzo se produjo un "claro repunte" con más de 40 fallecidos. La media de la última década se sitúa entre 130 y 150 personas muertas al año.
La organización considera que estos datos "obligan a recapacitar" sobre la prevención de incendios y alerta de que el mayor índice de víctimas mortales en viviendas es un anciano que vive solo, en incendio y el lugar donde más siniestros se producen es en el salón.**En 2016, según datos de bomberos y aseguradoras, en 2016 se registraron 175 fallecidos por incendio en España, de los que murieron en viviendas 133 personas.
Así, la entidad asegura que es posible reducir un 70 por ciento de las muertes instalando un detector de incendios en el hogar, como ha ocurrido en Reino Unido y Francia, donde hace años iniciaron campañas de concienciación y han legislado en favor de instalar detectores de incendios en las viviendas. Otros sistemas de protección en el hogar son la instalación de un extintor y una manta ignífuga.
En Reino Unido, en los años 70 y 80 se produjo un incremento de muertes en viviendas por incnedios. En 1987 fallecieron 831 muertes y entonces el porcentaje de hogares con detector de humo era de un 8 por cineto. Treinta años después el número de hogares con detector llega al 85 por ciento y el número de fallecidos ha caído hasta 258 víctimas, lo que supone un descenso del 70 por ciento. Mientras, en Francia es obligatorio instalar un detector autónomo de incneidos en todas las viviendas desde marzo de 2015.