Juzgado por intentar prender fuego a su mujer al rociarla con gasolina

Actualizado: martes, 21 febrero 2012 16:52

VALENCIA, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

La sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia ha juzgado este martes a un hombre acusado de intentar prender fuego a su mujer al rociarla con gasolina mientras portaba un mechero en la mano. El incidente se produjo como consecuencia de una discusión, después de que la mujer se negara a llevar al acusado a casa de su nieto puesto que había ingerido bastante alcohol.

Inicialmente, el ministerio fiscal pedía para el hombre una pena de siete años y cinco meses de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa y un delito de amenazas graves, con la circunstancia agravante de parentesco y con la eximente incompleta por encontrarse bajo los efectos del alcohol y otros medicamentos.

No obstante, antes de comenzar la vista, las partes han estado dialogando para intentar llegar a una conformidad, y así ha sido, con lo que el hombre ha aceptado los hechos y, por ende, cumplir una pena de cuatro años y dos meses por la misma pena --es decir, que se le imponía la pena mínima por ambos delitos--.

A pesar de este acuerdo, el fiscal ha llamado a declarar a uno de los agentes de Policía Local que intervino en los hechos, y ante su declaración, que no era la esperada, ha pedido que se llevara a cabo el juicio y ha propuesto una alternativa a su petición de pena --la de cuatro años y dos meses--, por si el tribunal considera, tal y como ha narrado el agente, que el acusado no le arrojó la gasolina por encima, si no que se le derramó en un forcejeo.

La alternativa supondría condenar al hombre por una pena de un año y 11 meses de prisión al considerar que cometió dos delitos de amenazas, otro de resistencia y uno más de riesgo provocado por el uso de explosivos. Esta opción supondría eliminar entonces el delito de asesinato en tentativa. Sobre el mismo tendrá que pronunciarse el tribunal, puesto que el caso ha quedado visto para sentencia.

LOS HECHOS

El incidente tuvo lugar el 23 de enero de 2011 en el municipio valenciano de La Pobla Llarga. Ese día el acusado se acostó sobre las 14.00 horas puesto que había tomado unas copas en un bar próximo a su domicilio. Cuando se despertó, sobre las 16.45 horas, pidió a su mujer que le diera ropa y que le llevara hasta L'Ollería (Valencia) para ver a su nieto.

La mujer se negó a hacerlo ante las condiciones que presentaba, lo que desencadenó una discusión entre la pareja. Tras ello, el acusado le advirtió de que iba a pegar fuego a la casa con ella dentro y con su suegra, que también estaba allí. La mujer, asustada, llamó a la Policía, y ésta se personó en la vivienda.

El agente, al ver la gravedad de la situación, salió al exterior junto a la mujer y solicitó refuerzos. Sin embargo, la mujer entró de nuevo en la vivienda y en ese momento el acusado la roció con gasolina con una garrafa de plástico de cinco litros y después la dejó caer en el suelo, derramando un charco del líquido.

A continuación --según el relato del fiscal--, el hombre cogió a la mujer del brazo mientras que en la otra mano llevaba un mechero que intentaba encender sobre la ropa de su mujer. Sobre este relato, el agente de Policía que ha provocado la propuesta de una alternativa del ministerio público, ha dicho que la gasolina se cayó y que no vio claramente que le quisiera prender fuego. De hecho, ha comentado: "si hubiera tenido intención de encenderlo, lo hubiera hecho y nos habríamos quemado".

Tras ello, el agente logró sacar de casa a la mujer, y posteriormente lo hizo por su propio pie la suegra. Mientras él seguía dentro, colocó una estufa de gas y una botella de butano encima del charco de gasolina, y encendió un papel que portaba y lo lanzó hacia los agentes, que estaban en la entrada. A continuación llegó a colocar hasta tres botellas más. Finalmente los agentes pudieron reducirle.

Respecto al número de botellas de butano, los agentes de Policía Local han indicado que vieron solo una, mientras que los efectivos de Guardia Civil que intervinieron han asegurado que había hasta tres o cuatro. Todos han coincidido en que el hombre estaba "muy agitado" y "muy nervioso", y en que amenazaba con quemar la casa.