La menor de Baeza que denunció a sus padres está en un centro de la Junta andaluza mientras se sigue el protocolo

Actualizado: viernes, 2 marzo 2012 15:00

PEAL DE BECERRO (JAÉN), 2 (EUROPA PRESS)

La menor de Baeza (Jaén) que denunció a sus padres ante la Guardia Civil durante el Puente de Andalucía por su supuesta detención ilegal se encuentra "acogida en un centro de la Junta de Andalucía", mientras se sigue "el protocolo habitual en estos casos".

Así lo ha explicado este viernes la consejera para la Igualdad y el Bienestar Social, Micaela Navarro, a preguntas de los periodistas en el municipio jiennense de Peal de Becerro sobre la detención del matrimonio acusado de un presunto delito de detención ilegal hacia su hija de 16 años de edad.

"Intervinieron las Fuerzas de Seguridad y se ha seguido el protocolo que se sigue habitualmente. Ha intervenido la Fiscalía y en este momento la menor está acogida en un centro de la Junta de Andalucía", ha concretado Navarro.

En el marco de ese protocolo también se está hablando con los padres para "saber exactamente qué es lo que ha pasado para determinar si la menor se encuentra en una situación de desamparo o no, teniendo en cuenta que tiene 16 años, que no es mayor de edad", tal y como ha explicado la consejera, quien ha incidido en que se está respetando el proceso estipulado en este tipo de casos.

El matrimonio ha sido detenido acusado de un presunto delito de detención ilegal hacia su hija menor de 16 años de edad, la cual denunció a sus padres ante la Guardia Civil el pasado 28 de febrero, según han informado a Europa Press fuentes cercanas al caso.

De este modo, dichas fuentes han señalado que el arresto ha tenido lugar en la localidad jiennense de Baeza, dándose traslado del informe sobre los hechos a la autoridad judicial y a la Fiscalía de Menores para que determinen si se vulnera la integridad de una ciudadana que no tiene todavía la mayoría de edad.

Asimismo, como adelantaba este viernes 'Diario Jaén', el matrimonio "castigó a su hija sin salir de casa". Al parecer, el progenitor decidió que su hija no podía salir, supuestamente, para reprenderla por su comportamiento. Se trata de una decisión que tuvo lugar "por un hecho puntual y habitual en cualquier casa, lo que su esposa respaldó".

De tal manera, con el Código Penal en la mano, los agentes tuvieron que considerar la posibilidad de que se tratara de una conducta delictiva que atentaba contra el deber familiar de proteger a un menor y así se lo comunicaron al padre. De su lado, la madre, al no oponerse al castigo, pasó a ser una supuesta colaboradora.