MADRID, 28 Nov. (OTR/PRESS) - Creo haber asistido presencialmente a todos los congresos que ha celebrado el PSOE en España (no, al de Suresnes ni fui ni me enteré de que se celebraba en la clandestinidad). Me parece recordar que, excepto el último, el 40, celebrado en Valencia bajo el clamor de los aplausos al hombre que inauguraba una era de presidencialismo en el partido de Pablo Iglesias, siempre hubo, en todos los demás, un punto de confrontación, de tensiones, cosa que, por supuesto, no alteraba la seguridad de que el liderazgo de Felipe González se mantendría tras el oleaje. Pero esta vez Felipe González, por primera vez desde 1974, no irá al congreso federal de 'su' partido, precisamente en la máxima ocasión del mismo para renovar su dirección y su mensaje, cosa que en absoluto se hizo en 2021. Ni se hará, creo, en 2024.