MADRID, 20 Dic. (OTR/PRESS) - Los cronistas más avezados, o los peor pensados, esperan de un momento a otro, quizá aprovechando la distracción navideña de la opinión pública y publicada, la que sería la 'foto del año'. Es decir, la del presidente del Gobierno del Reino de España, Pedro Sánchez, departiendo en Waterloo, en Ginebra o en algún escenario 'neutral', con el fugado -yo, quizá no tan en broma, le llamo 'forajido'- Carles Puigdemont. Sabe La Moncloa que aquí la ciudadanía se acostumbra a todo, todo lo normaliza. Ya parece casi hasta natural que el 'número tres' del partido gobernante, Santos Cerdán, sea interlocutor habitual del ex president de la Generalitat. Quien, por cierto, también habla con frecuencia por teléfono con la vicepresidenta primera y recibe al secretario general del principal sindicato del país, UGT, para negociar (¿?) la semana laboral.