ANDREA DE SILVA / REUTERS
MADRID, 5 Feb. (EPTURISMO) -
Cuándo pensamos en Carnaval, inconscientemente nuestra mente se desplaza miles de kilómetros hacia el suroeste hasta llegar a las costas de Brasil, donde la samba y los desfiles multitudinarios son los protagonistas, pero la primera gran fiesta del año tiene un origen mucho más cercano.
Con el auge del cristianismo en el Imperio Romano, se tornó necesario establecer una fiesta que precediese al comportamiento decoroso propio de la Cuaresma. Así surgió el carnaval, cuyo origen etimológico significa despedida de la carne, y que se caracteriza por ser la festividad con mayor carácter lúdico dado que tenía el objetivo de satisfacer aquellos apetitos que la moral cristiana prohíbe durante la cuaresma.
En estas fechas, los bailes, la música, los juegos y la diversión en general son la tónica habitual en cualquier ciudad, pero lo más característico de esta fiesta son sus disfraces, que surgen ante la necesidad de enmascararse ante situaciones en las que no es conveniente estar reconocibles.
Para celebrar al máximo estos días de fiesta y color no hace falta irse muy lejos. Los carnavales de la ciudad de Cádiz, que en esta ocasión se celebran entre los días 4 y 14 de febrero, son los más famosos de España. En estas fechas, el buen ambiente, las chirigotas y el pescaíto frito han conseguido que esta fiesta sea reconocida de interés turístico nacional.
Tras Cádiz, las Islas Canarias son el otro gran destino de carnaval español. Las dos capitales de provincia ofrecen la posibilidad de combinar fiesta, playa y buenas temperaturas. Los carnavales de Las Palmas de Gran Canaria se celebran del 29 al 21 de febrero mientras que los de Santa Cruz de Tenerife del 3 al 14.
Menos conocido que los anteriores es el carnaval de Badajoz, que combina tradición y diversión a partes iguales. Las calles de la ciudad extremeña se llenan de murgas y comparsas durante los días 4 y 13 de febrero garantizando el entretenimiento tanto de sus ciudadanos como de los visitantes.