JUSTINO DÍEZ
MADRID, 14 Feb. (EPTURISMO) -
Brañosera, una pequeña localidad del norte de la provincia de Palencia, fue reconocida por el Congreso como el primer tipo de organización entre pobladores de España o lo que es lo mismo, como el pueblo más antiguo del país, por su carta puebla fechada en el año 824, como la primera concedida en España.
Brañosera se considera municipio desde el año 824
Este pequeño municipio de 240 habitantes, a 1.200 metros de altitud y en plena cordillera Cantábrica, al que también pertenecen las localidades de Salcedillo, Vallberzoso, Orbó y Vallejo de Orbó, tiene una belleza singular gracias a la riqueza de su patrimonio histórico, arquitectónico y natural.
NO SOLO UN PUEBLO
Se encuentra integrado en el parque natural de Fuente Cobre
En las calles de Brañosera destacan las casas de piedra y madera de roble fabricadas con los materiales extraídos de los bosques cercanos y edificios emblemáticos como el ayuntamiento, las iglesias románicas de Santa Eulalia o la de San Miguel así como las de Salcedillo o Valberzoso además del puente romano de 'Rojaldillo', localizado a dos kilómetros de la localidad de Salcedillo y escondido entre la frondosidad de un bosque centenario de robles y hayas.
Aunque la minería no persiste, se pueden encontrar muestras de su arquitectura industrial
También es recomendable dar un paseo por Vallejo de Orbó, una antigua colonia minera que se constituyó como pueblo en 1954 y que destacó como localidad industrial por haber constituido, según defienden desde el municipio, el primer y único canal subterráneo en la historia de la minería, que empezó a funcionar en 1885 y por inaugurar en 1912 el primer cine de la provincia de Palencia, la sala Ideal.
NATURALEZA SALVAJE
El entorno natural que rodea a Brañosera es de una riqueza inmensa. En estas tierras enclavadas en el parque natural de Fuente Cobre, los visitantes pueden disfrutar de la espectacular imagen que ofrecen las praderías verdes rodeadas de las montañas cantábricas así como de su fauna autóctona.
En este parque natural, que supera los 2.500 metros de altura y dónde se puede contemplar el nacimiento del río Pisuerga, los más aventureros podrán disfrutar de la presencia de animales como el urogallo, el oso pardo, la cigüeña, el águila real, el lobo o la avutarda.
Si se visita en invierno además de disfrutar del entorno y los paisajes nevados, también se puede aprovechar para esquiar en la estación de Alto Campoo, localizada solo a 20 kilómetros de este pequeño municipio.
Foto: Justino Díez
UN PUEBLO MUY VIVO
A pesar de su tamaño, Brañosera es un pueblo muy activo. Sus calles están repletas de mesones que ofrecen comida típica y el municipio cuenta con hasta cinco casas rurales en las que pasar unos días de descanso y desconexión.
Además, el municipio organiza eventos periódicamente como la semana cultural del fuero de Brañosera, en la que tienen lugar diferentes eventos culturales entre los que destaca el teatro; jornadas micológicas, en las que se dan cursos de micología, charlas y se pueden degustar los menús de cuatro restaurantes locales; las marzas, cánticos tradicionales por bares y tabernas para dar la bienvenida a la primavera o el Congreso del GR1, en el que se reúnen diversos profesionales del turismo rural.
La Mojonera es una tradición en la que los habitantes delimitan los límites del municipio el nueve del nueve y cada nueve años
Además, y se puede ver solo si se tiene suerte de coincidir con la fecha exacta, cada nueve años se celebra en Brañosera 'La Mojonera', una festividad tradicional en la que los vecinos buscan cada mojón que delimita el término municipal para, cuando ya los han encontrado todos, disfrutar de una comida tradicional en la sierra.