Verín, el país del agua en Galicia

Castillo De Monterrei
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 9 octubre 2012 12:00

Verín es el "país" del entroido, la tierra de los peliqueiros y los cigarróns, de la Ruta de la Plata, de los manantiales y el vino. La comarca más grande de la provincia de Ourense ofrece al visitante tradiciones centenarias, arte y entornos naturales únicos de altas montañas y valles extensos. Pero pocos saben además que Verín es también el ''país'' del agua.

De norte a sur, la depresión tectónica sobre la que se asienta la comarca de Verín se abre formando un triángulo casi perfecto bordeado por cordilleras y que tiene su continuación más allá de la frontera con Portugal. La geografía de esta comarca delimita de forma clara su territorio, un gran valle atravesado de norte a sur por el río Támega y rodeado por el norte, este y oeste, por un marcado perímetro montañoso. El cauce del río Támega, afluente del Duero, nace en la Sierra de San Mamede, desde donde baja encajado entre las montañas hasta llegar al valle de Monterrei. Visitar la zona es descubrir que nos encontramos en las tierras más fértiles de toda la comarca, sembradas de viñedos y donde se forman numerosos humedales de gran riqueza ecológica de tipo mediterráneo.

Manantiales

Y es que Verín es una tierra de agua, una tierra interior y por lo tanto sin acceso a la costa pero en la que, como ocurre en toda la provincia de Ourense, la riqueza fluvial y de aguas termales y minerales es casi infinita. Las aguas de Verín han hecho famosa a la comarca, no solo por sus características y calidad, sino también porque los manantiales de Verín han dado lugar al nacimiento durante el siglo XX de importantes marcas comerciales de agua mineral embotellada.

La historia de los manantiales de Sousas, Cabreiroá y Fontenova es ya antigua. El valle de Monterrei se encuentra recorrido por unas cuantas fracturas tectónicas. La más importante de todas ellas es la conocida como fractura da Corga y de ella surgen las aguas termales de la comarca. En el caso de Sousas las primeras noticias sobre su existencia datan de 1853, aunque la tradición asegura que el descubrimiento de las propiedades curativas de sus aguas se produjo unos cuantos años antes, a raíz de que un caballo del ejército napoleónico sanara de una enfermedad que padecía tras beber del manantial.

Por su parte, Cabreiroá era ya una charca conocida por los vecinos de la zona y fue un cura de Verín el que en los primeros años del siglo XX adecentó el sitio. En el lugar en el que está el manantial de Fontenova, fueron encontrados restos de cerámica de origen romano, por lo que es posible que estas aguas muy ricas en fluoruro sódico fueran ya conocidas y aprovechadas desde hace dos mil años.

Centros termales

Las propiedades curativas y medicinales de todas estas aguas provocaron que, en torno a ellas, surgieran establecimientos balnearios a los que acudían numerosos agüístas para mejorar su salud. En las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX, Verín se convirtió en uno de los centros termales más importantes y populares de España. La convulsa historia de la primera mitad del siglo XX supuso el cierre y abandono de estos balnearios hasta provocar prácticamente su desaparición.

El siguiente capítulo de la historia de las aguas de Verín es el de la explotación comercial de estos manantiales. Las empresas Cabreiroá, Sousas y Fontenova se han convertido en firmas de reconocida calidad y prestigio en toda España y aunque la popularidad de Verín como villa termal desapareció con el cierre de los viejos balnearios, el agua embotellada de la comarca mantiene el prestigio de sus manantiales que continúan atrayendo a numerosos visitantes.

La lista de las fuentes medicinales de la comarca no se termina con estos tres que hemos citado. En Vilaza, dentro del municipio de Monterrei, está el manantial de Requeixo, un balneario que gozó de gran popularidad y que también, como en el caso de los ya citados, embotelló sus aguas para la explotación comercial, pero que en la actualidad se encuentra abandonado. Algo similar sucedió con el Balneario de Caldeliñas, que ya desde los primeros años del siglo XIX era conocido, aunque hoy del antiguo edificio solamente se conservan las ruinas. Por último hay que mencionar la Fonte do Sapo, otros de los manantiales de la comarca de Verín cuyas aguas poseen importantes características mineromedicinales de propiedades curativas.

Junto a las aguas, el vino, la naturaleza y el patrimonio artístico completan la oferta turística de Verín, una oferta que se concreta en un fuerte crecimiento de las empresas del sector servicios, ubicadas en un alto porcentaje en la capital de la comarca y en su mayoría dedicadas a la hostelería, las actividades de ocio y los transportes.