Foto: GETTY/JULIAN FINNEY
Por Ángel Núñez
Arranca el Mundial y Brasil se pone sus mejores galas para recibir a los más de 3,7 millones de turistas nacionales y extranjeros, entre nacionales e internacionales que espera recibir en el tiempo que dure la competición, con un impacto previsto de más de 2.186 millones de euros.
Música, color y sobre todo pasión por el fútbol son los ingredientes predominantes en el país latinoamericano, país futbolero donde los haya, que está cogiéndole el gusto a ser el centro de atención mundial como sede de eventos deportivos tras acoger la Copa Confederaciones 2013 y los próximos Juegos Olímpicos en 2016.
La selección pentacampeona del mundo se convierte de nuevo en la anfitriona 64 años después. Tras el pistoletazo de salida el fervor futbolístico de sus doce ciudades se ha incrementado aún más si cabe. Así, estima que hasta 500 millones de espectadores sigan los actos inaugurales el 12 de junio y hasta 1.000 millones la final el 13 de julio.
Y es que nadie quiere perderse el debut de su equipo en una de las competiciones más importamos de este deporte. Tanto es así, que se han disparado hasta un 60% las reservas de vuelos entre Europa y Brasil. Una devoción que lleva en algunos casos a pagar cifras astronómicas entre el avión y el alojamiento con tal de apoyar a su selección, en nuestro caso, La Roja.
Detrás de todo, meses y meses de preparación en los que el Gobierno brasileño no ha reparado en gastos a la hora de "acicalar" y proteger la ciudad, concretamente 8.434 millones, dando lugar a protestas por parte de ciudadanos y patronales del transporte que han aprovechado la mayor actividad para hacer huelga.
Belo Horizonte, Brasilia, Cuiabá, Curitiba, Foraleza, Natal, Recife, Rio de Janeiro, Salvador, Sao Paulo, Porto Alegre y Manaus, han sido las ciudades escogidas para que se disputen los diferentes encuentros.
Aunque más de la mitad de los viajeros ha expresado su deseo de hacer turismo por el destino además de acudir a la competición, Brasil es un país inmenso, aproximadamente del tamaño de Europa e imposible de conocer en un único viaje. Por eso se recomienda establecer un itinerario previo, una base en la cual queden bien definidas las zonas que visitar.
CIUDAD DE DIOS, 'RÍO DE JANEIRO'.
Brasil es un país con muchos años de crecimiento a sus espaldas que necesita dar el gran salto. La más grande economía latinoamericana ha crecido de forma ininterrumpida durante las dos últimas décadas. El enorme tamaño del país, la diversidad económica y la riqueza de los recursos naturales atraen la inversión extranjera y la confianza de las naciones desarrolladas en todo el mundo.
Carnavales, playas y otros atractivos turísticos han hecho de Río la ciudad más representativa del país, además de la más importante. A pesar de no ser la capital, Río de Janeiro es considerado como la ciudad emblema del país. La más poblada de América Latina y sede de los próximos grandes eventos deportivos ofrece muchas formas de ocio y turismo para poder combinar. Río es una ciudad llena de ritmo, capaz de entretener simplemente con el encanto de la 'rua' (calle), como dirían allí.
Son unos cuantos los lugares más representativos de la naturaleza carioca, el Pan de Azúcar, el Parque Natural de Tijuca, el Aterro del Flamengo o la playa de Copacabana por ejemplo. Todos ellos hacen de Río un sueño.
El Pan de azúcar es una montaña que cuenta con variadas atracciones, siendo la principal de ellas, el 'Paseo en Teleférico', el motivo de su visita es contemplar las espectaculares vistas que ofrecen, desde las alturas, tanto de la ciudad como de la apertura al océano Atlántico.
Se encuentra en el barrio de Urca, uno de los más pintorescos, a tan sólo diez minutos de Copacabana, Botafogo y Flamengo, y a veinte de Ipanema y Leblon, los principales barrios del sur de Rio de Janeiro. Lo que permite disfrutar de más actividades en un mismo dia.
Si lo que te atrae es la selva, el parque nacional de Tijuca es un lugar enorme y verde con grutas, cascadas, densos bosques y sitios emblemáticos como el pico de Tijuca, el punto más alto con 1022 metros de altitud, y el cerro del Corcovado, donde el mismo cristo Redentor proporciona las mejores e inolvidables vistas de Río de Janeiro.
La playa de Copacabana, quizá una de las más atractivas del mundo. Ofrece la posibilidad de practicar ejercicio al aire libre con un ambiente inigualable. Equipada para ello, permite jugar al 'fut-voley' o al 'Frescobol', deportes nacidos de esa playa. Aunque no todo es 'sol y playa', muy relajantes son los paseos en bicicleta al atardecer y con la luminosidad de la noche.
Uno de los iconos que no te puedes perder, la escalera de Selaron, compuesta por más de dos mil azulejos diferentes, provenientes de más de sesenta países. Son 215 peldaños de cerámica de distintos colores, tamaños y formas que unen el barrio de Lapa con el de Santa Teresa.
ARQUITECTURA Y EDIFICIOS HISTÓRICOS.
Son diversos los marcos arquitectónicos de la cultura brasileña, desde catedrales construidas durante su colonización, pasando por obras del barroco minero, hasta las más modernistas de manos de Oscar Niemeyer. Las figuras arquitectónicas que se pueden ver en Brasil son: la catedral de Nossa Senhora, el Cristo de Corcovado o el Museo de arte contemporáneo.
La ciudad de Rio de Janeiro aún conserva muchos edificios coloniales como la primera catedral de Brasil, y es de las pocas ciudades que no ha podido ser planificada, su naturaleza y su historia han hecho de Río un lugar mágico. Los centros históricos de ciudades como Salvador de Bahia o el barrio de Santa Teresa también poseen un encanto especial.
CARNAVAL.
No puedes dejar pasar la oportunidad de presenciar la alegría que rodea al Carnaval de Brasil en el sambódromo de Sapucaí, diseñado especialmente para festejar, resulta imposible no sentirse cautivado por este lugar que respira samba.
La capital, Brasilia, ubicada en la parte central del país, es una ciudad que cuenta con una construcción de lo más singular. Comenzó en 1956 por el arquitecto Oscar Niemeyer y el plano de la ciudad, en forma de avión fue obra de Lúcio Costa.
Los estadios y demás instalaciones se están renovando de cara a sus próximas citas. Muchos de ellos presentan diseños muy novedosos, capaces de ofrecer el mayor espectáculo posible; visitar Maracaná, estadio inaugural, una experiencia inolvidable para los amantes del deporte rey.
UN ECOTURISMO ATRACTIVO.
Río de Janeiro, una ciudad en la que el frondoso bosque llega a unirse con las aguas del mar, imponiéndose incluso en las zonas más céntricas, el bosque urbano más grande del mundo sirve de bombona de oxígeno natural.
Minas Gerais también es uno de los estados más importantes de Brasil, conocida por sus minas y las explotaciones del oro.
Mato Grosso es una zona con gran potencial para el ecoturismo, donde destaca la zona del Pantanal, territorio lleno de vegetación y agua en el que miles de especies animales constituyen uno de los ecosistemas más productivos del planeta.
De los parques nacionales, despunta el Parque Nacional do Iguaçu que alberga en su seno unas de las cataratas más famosas del mundo con un profundo cañón y 275 saltos de agua de 60 a 80 metros de altura.
Para finalizar, no podemos olvidarnos de los cruceros por la selva amazónica, que reúne una de las mayores variedades del mundo de plantas, animales ríos y minerales. En algunos lugares, las copas de los árboles son tan grandes que impiden el paso de hasta el 95% de la luz del sol.
Esta extensión de biomasas brinda la oportunidad de disfrutar de una gran variedad de paisajes parques naturales, reservas de biosfera y áreas de preservación ambiental, que hacen de Brasil un paraíso para los amantes de la naturaleza.