MADRID 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
Costa Rica se encuentra inmersa en avanzar en el desarrollo de una industria turística equilibrada, respetuosa con el entorno, con la identidad nacional y con las personas, al mismo tiempo que se adapta a la demanda de unos viajeros que cada vez son más conscientes de la implicación de sus actividades en el destino y que tienen apetito por experiencias sostenibles.
El turismo es en la actualidad una de las principales actividades económicas del país, la cual genera más de 210.000 empleos directos y más de 400.000 empleos indirectos, de acuerdo con el Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
Para avanzar en este objetivo, el sector hotelero está llevando a cabo algunas acciones para disminuir el impacto en el medioambiente del turismo y proteger a las comunidades, las cuales permiten a los viajeros gozar de privilegios y actividades enmarcadas en la cultura local, y en paralelo contribuir en la generación de bienestar.
Entre otros, las cadenas hoteleras están apostando por tareas como el reciclaje, la optimización de recursos hídricos, la utilización de vehículos eléctricos para la movilización interna de los huéspedes, el reemplazo del plástico de un solo uso por materiales biodegradables o el uso de paneles solares.
'CARBONO POSITIVO'
En este contexto, la cadena Marriott International abrió en Costa Rica el hotel The Westin Reserva Conchal, el primer alojamiento todo incluido en Latinoamérica en ser declarado 'Carbono Positivo'. Esta certificación garantiza que no solamente todas las emisiones que se generan son compensadas, sino que adicionalmente se genera un 20% extra de beneficio para el medioambiente sobre este total.
Asimismo se busca siempre la mejora continua y la innovación en el uso de tecnologías más eficientes, energías renovables, migración de combustibles fósiles y concienciación en todas sus operaciones y su organización.
Inaugurado en 2018, este establecimiento destaca por contar, entre otros, con un centro de recuperación de residuos reciclables, dos plantas de tratamiento que procesan el 100% de las aguas residuales de las operaciones hoteleras y residenciales y la primera planta de desalinización de agua de mar en el país. El objetivo principal de esta infraestructura es tener una fuente alternativa de agua para las operaciones del complejo.
A través de 1.382 paneles solares, el Hotel Westin Reserva Conchal utiliza la radiación solar para generar aproximadamente el 7% de la energía requerida para su operación.
Los programas de sostenibilidad son otra de las insignias de la firma hotelera. Es el caso del 'Green Choice', una iniciativa orientada a los huéspedes con la que pueden optar por reducir su huella ambiental al prescindir del servicio de lavado de ropa por hasta tres días.
Otro de los proyectos más destacados es Apiario. Este nació en alianza con la marca nacional Blue Zones Nicoya, con el fin de proteger a las abejas, obtener un producto de alta calidad y, al mismo tiempo, generar empleo para personas de comunidades vecinas. Aloja más de 2,5 millones de abejas distribuidas en 30 colmenas, que son responsables de polinizar aproximadamente cientos de hectáreas de bosques.
Además de la certificación 'Carbono Positivo', el Westin Reserva Conchal, ubicado en Reserva Conchal, cuenta con el ISO 14001. Este reconocimiento internacional garantiza que las operaciones se desarrollan de acuerdo con la protección confiable y adecuada del medio ambiente en el que se desarrolla el hotel.
A su vez, en el programa costarricense que diferencia a las empresas turísticas según su nivel de sostenibilidad, conocido como 'Certificación de Sostenibilidad Turística', el hotel de Marriott International tiene el nivel élite, que supone la categoría más alta en vigencia en la actualidad.
En el ámbito social, el establecimiento destaca por participar en el proyecto 'Fuerza Pública'. Esta iniciativa, que se puso en marcha en el año 2019, permite mejorar las condiciones de seguridad de los habitantes de las comunidades cercanas al complejo hotelero.
Del mismo modo, Marriott forma parte de la red de empresas suscritas al código de conducta, una estrategia costarricense que asegura la no explotación sexual y comercial de niños y adolescentes en el sector turístico.