MADRID 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
El complejo hotelero Ikos Porto Petro, perteneciente a la cadena hotelera de origen griego Ikos Resorts, ha certificado la sostenibilidad de su reciente rehabilitación y ampliación a través del sello BREEAM, obteniendo la calificación 'Very Good'.
Se trata del primer hotel en Mallorca en ser certificado bajo el esquema BREEAM ES Nueva Construcción.
Ikos Porto Petro busca de este modo liderar la transformación sostenible del sector, "dando respuesta a las demandas de una sociedad cada vez más concienciada de la necesidad de adoptar medidas responsables con el medio ambiente y de fomentar hábitos de vida saludables".
Y es que los edificios son responsables del 40% de las emisiones globales de CO2 y, además, son los espacios en los que se pasa el 90% del tiempo; por lo tanto, desde la cadena hotelera consideran fundamental "intervenir y adoptar medidas sostenibles que reduzcan su impacto ambiental y social".
El sector hotelero es uno de los que más medidas está adoptando para que los edificios en los que desarrolla su actividad sean sostenibles y cuiden del bienestar de las personas. "Hemos notado un incremento del interés del sector por certificar sus inmuebles, pero todavía queda mucho camino por recorrer", señala Javier Torralba, director de BREEAM España.
EFICIENCIA Y SALUD MÁS ALLÁ DE NORMATIVAS.
La certificación BREEAM evalúa hasta 49 requisitos de diez categorías diferentes, siendo la metodología de construcción sostenible más exigente y más extendida del mundo con presencia en 93 países distintos.
Ikos Porto Petro ha adoptado requisitos sostenibles que no solo mejoran su eficiencia, sino que también mejoran la biodiversidad del entorno natural en el que se encuentra.
"La certificación es un proceso complejo debido a todas las exigencias que se solicitan en materia medioambiental y social, pero merece la pena porque nos permite garantizar a nuestros empleados y clientes que nuestras instalaciones tienen el máximo estándar de calidad para garantizar su confort y evitar cualquier impacto negativo en el entorno natural en el que se encuentra Ikos Porto Petro", señala Marco De Justo, director de desarrollo de IKOS Iberia.
Uno de los aspectos favorables de Ikos Porto Petro ha sido la rehabilitación de sus instalaciones para mejorar en el ámbito de la eficiencia energética. Ikos Iberia siempre opta por establecerse en parcelas ya urbanizadas, dando prioridad a la reutilización de las estructuras existentes. Esta decisión consciente se traduce en una huella de carbono notablemente baja.
En su compromiso por reducir su impacto ambiental y mejorar su eficiencia energética, Ikos Porto Petro utiliza luminarias LED de bajo consumo en las instalaciones del hotel y se provee de energía limpia proveniente de fuentes de energía renovables; lo que conlleva una reducción considerable de las emisiones de CO2 respecto a otro edificio similar que simplemente se ajuste a la normativa.
Además, el complejo está equipado con un avanzado Sistema de Gestión de Edificios (BMS por sus siglas en inglés), que centraliza la administración de la energía.
Se han implementado cerca de 50 dispositivos de monitorización en el hotel, lo que nos permite realizar un seguimiento exhaustivo del consumo en sus instalaciones. Esto les permite tomar decisiones informadas y óptimas en términos de eficiencia energética en todo momento
No obstante, la sostenibilidad va más allá de la energía y busca fomentar medidas eficientes en la gestión de recursos tan valioso como el agua. En este sentido, Ikos Porto Petro ha instalado griferías eficientes y cuenta con un sistema de monitorización que previene fugas y evita malgastar agua.
Para garantizar el nivel más alto de confort y salud, Ikos Porto Petro cuenta con soluciones sostenibles como dar prioridad al acceso de luz natural en todas sus instalaciones, la aplicación de sistemas eficientes de confort térmico o disponer de un sistema de cloración salina para sus piscinas.
Porto Petro se encuentra en un enclave natural que debe protegerse para garantizar su biodiversidad. Para lograrlo, el primer paso fue trabajar en la propia rehabilitación del complejo y aumentar sus zonas verdes, proporcionando además un diseño integrador a través de la plantación en el complejo de vegetación autóctona y la instalación de cajas nido para aves, insectos o murciélagos del entorno.