Foto: DERRY TOURISM
BELFAST, 30 May. (Reuters/EP) -
Una bomba ha explotado a última hora de este jueves en un hotel de Londonderry, en Irlanda del Norte, sin que haya que lamentar heridos, un ataque que ha sido condenado y que algunos políticos han denunciado como un intento por volver a sumir a la región en la violencia.
Los acuerdos de paz del Viernes Santo en 1998 pusieron fin a tres décadas de violencia en Irlanda del Norte entre los protestantes que quieren seguir siendo británicos y los católicos que están a favor de la reunificación con Irlanda, pero persisten algunos focos de división y violencia esporádica.
El artefacto que ha explotado se encontraba en el interior de una bolsa de deportes que ha sido abandonada en la recepción del hotel Everglades en Londonderry. Los empleados consiguieron evacuar el hotel antes de que el artefacto explotara, "sin duda impidiendo una tragedia", ha dicho un portavoz policial de Irlanda del Norte.
La bomba ha estallado cuando los artificieros estaban intentando desactivarla. Se trata del primer atentado en Irlanda del Norte desde que la bomba que explotó en un centro comercial en noviembre de 2013. Por el momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría del ataque.
"Mucha gente está trabajando mucho para sacar a la ciudad adelante, pero aquellos que están tras este artefacto desean arrastrarnos a los peores tiempos", ha advertido el diputado local Mark Durkan, miembro del partido republicano SDLP, en un comunicado.
El viceprimer ministro de Irlanda del Norte, Martin McGuinness, del Sinn Fein, que fue uno de los líderes del Ejército Republicano Irlandés (IRA), ha condenado el ataque y ha asegurado que su ciudad natal de Londonderry no se someterá a aquellos que viven en el pasado.