MADRID 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El otoño en Chequia es sinónimo de exclusividad, lujo y experiencias inolvidables. Desde vuelos en globo hasta noches en castillos o spas de lujo, este destino ofrece algo especial para cada viajero. Si alguna vez has soñado con escapar a un rincón mágico de Europa, ahora es el momento de hacer realidad ese deseo.
Chequia, un país con encanto histórico y cultural, invita al viajero a vivir experiencias únicas, especialmente en otoño, cuando el aire fresco y los colores dorados envuelven su rica herencia. Cualquier excusa es buena para visitar Chequia: tomar un café en el Castillo de Karlstejn, para dormir en un hotel con una sola habitación en Praga o comprar una pieza de cristal de Bohemia elaborada por uno mismo.
Praga es una ciudad que cautiva con su historia y arquitectura, pero si quieres hacer tu estancia aún más especial, te recomendamos dormir en el Sky Suite Hotel, situado en la torre de televisión de Zizkov, el edificio más alto de la capital.
Esta singular propuesta te permitirá pasar la noche en la única habitación de este hotel, a 70 metros sobre el suelo, desde donde tendrás una vista panorámica de Praga. Despertar con el amanecer sobre la ciudad o disfrutar de una copa mientras el sol se oculta tras los tejados es una experiencia para atesorar.
Si prefieres algo más céntrico, el hotel de la Casa Danzante es otra opción. Este icónico edificio moderno, con su diseño único y una ubicación privilegiada, también ofrece espectaculares vistas de Praga, incluyendo el iluminado Castillo de Praga al atardecer.
DISFRUTAR DE CHEQUIA A BORDO DE UN GLOBO.
Ver el mundo desde lo alto es una de esas experiencias que se quedan grabadas para siempre. En Chequia, puedes disfrutar de un vuelo en globo aerostático y admirar desde el cielo algunas de las maravillas naturales y arquitectónicas más impresionantes del país.
Volar sobre Kutná Hora, con su arquitectura medieval, o el majestuoso castillo de Karlstejn es una propuesta ideal para quienes buscan una experiencia romántica o una aventura entre amigos.
Las empresas especializadas, como Bohemia Balón en Praga o Flyballon en Moravia del Sur, ofrecen vuelos que también te permitirán sobrevolar zonas naturales como el Paraíso Checo. La sensación de estar suspendido en el aire mientras brindas con una copa es, sin duda, una de las formas más memorables de descubrir Chequia.
EXPERIENCIA PRIVADA CON EL CRISTAL DE BOHEMIA.
El cristal de Bohemia es mundialmente conocido por su elegancia y calidad. Si visitas la histórica fábrica de Moser, situada en la región de Karlovy Vary, tendrás la oportunidad de conocer de cerca el proceso de creación de estas piezas únicas. En una visita privada por la factoría, serás testigo de cómo el cristal incandescente se transforma en obras de arte.
Tras esta visita, se valorarán aún más las piezas de la galería y el museo de Moser, ya que allí se exponen diseños que actualmente forman parte de las cristalerías de las familias más acaudaladas del mundo. Una curiosidad: los reyes españoles, Felipe VI y Letizia Ortiz, brindaron en su boda con unas delicadas copas con bordes dorados de Moser.
Para quienes deseen un recuerdo aún más especial, el Gold Tour de Moser ofrece la posibilidad de participar en la creación de una pieza personalizada, que podrás llevarte a casa como recuerdo. El valor artístico y la historia detrás de cada pieza de cristal hacen que esta experiencia sea especialmente gratificante.
VISITA PRIVADA Y CAFÉ EN UN CASTILLO.
Si alguna vez soñaste con vivir como la realeza, el castillo medieval de KarlStejn ofrece una experiencia única: 'Un café con el gobernante del castillo'. En esta visita privada, tendrás acceso a estancias que normalmente están cerradas al público, incluyendo la preciosa capilla de Santa Cruz, uno de los espacios más sagrados y decorados del castillo.
Al finalizar el recorrido, disfrutarás de un café y aperitivos en compañía del gestor del castillo, cerrando con broche de oro una experiencia digna de la realeza.
Este castillo, construido por el emperador Carlos IV para resguardar las joyas de la corona y reliquias religiosas, es uno de los más espectaculares de Chequia, y una visita de tres horas te permitirá apreciar cada detalle de su grandeza.
BIENESTAR EN PALACIOS Y SPAS DE LUJO.
El otoño invita al relax y al bienestar, y Chequia cuenta con algunos de los mejores spas y centros de bienestar de Europa. Uno de los más recomendados es Infinit Sen, un oasis de tranquilidad cerca de Praga, donde las saunas ofrecen rituales terapéuticos únicos. Para quienes buscan lujo y privacidad, Chateau Mcely, a solo una hora de la capital, es el lugar perfecto. Este castillo convertido en hotel y spa ofrece un ambiente sereno rodeado de naturaleza.
En Moravia del Sur, el Maximus Resort destaca con sus amplias instalaciones, que incluyen piscinas termales y una gran variedad de saunas. Si buscas una experiencia verdaderamente exclusiva, el Palacio Petrovice, con su VIP Spa y tratamientos de lujo, te hará sentir como en una época imperial.
En Chequia también se pueden combinar el arte contemporáneo, el diseño, el golf y el bienestar en un solo lugar. El Hotel Miura, en las montañas Beskydy, logra exactamente eso. Su arquitectura moderna, con grandes ventanales y formas geométricas, alberga una impresionante colección de arte que incluye obras de artistas internacionales como Andy Warhol y Damien Hirst. Junto a esto, ofrece un campo de golf y un excelente restaurante, creando una experiencia inolvidable para los amantes del arte y el lujo.
GASTRONOMÍA DE ALTURA.
La gastronomía checa ha ido ganando reconocimiento internacional, y algunos de sus restaurantes ya ostentan estrellas Michelin. Field, en Praga, es uno de los más destacados, donde el chef Radek Kaspárek ofrece un menú degustación de doce platos que deleitará hasta los paladares más exigentes. Otra opción en la capital es La Degustation Bohême Bourgeoise, donde la tradición culinaria checa se combina con técnicas modernas para crear platos únicos.
Si prefieres una opción más casual, restaurantes como Salabka, con su propia bodega a las afueras de Praga, ofrecen menús degustación en un entorno relajado pero sofisticado. También es señalado el Grand Cru, un moderno local con una exquisita cocina dirigida por el chef Jan Puncochár que destaca por sus excelentes vinos.