MADRID, 8 Dic. (EUROPA PRESS) -
Más de 30 artistas circenses recrearán en Ifema el espíritu de la Navidad en el Circo Mágico, un espectáculo donde todo lo imposible será posible, y que estará instalado con su carpa blanca en la Feria de Madrid, del 6 de diciembre al 28 de enero.
Según ha informado Ifema, es un espectáculo inédito y quizás "su apuesta más arriesgada en años", después del éxito conseguido con sus anteriores espectáculos navideños. Una Navidad más, la magia de los espectáculos de Productores de Sonrisas acompañará a todos durante estas fechas tan señaladas.
Circo Mágico conjuga circo y magia, acercando al espectador la historia de la magia de una manera original, didáctica y nunca vista, desde la visión particular de Productores de Sonrisas, que nos traslada al Universo, sus planetas, constelaciones y signos del zodíaco.
Suso Silva (Premio Nacional de Circo 2003), director artístico de Circo Mágico, será el encargado de dirigir a más de 30 artistas llegados de las mejores escuelas de circo de todo el mundo, bajo una impecable puesta en escena y dentro de una atmósfera creada para la ocasión, que pondrán el alma y la magia de estas navidades con Circo Mágico.
Como en todos los espectáculos de Productores de Sonrisas, la compañía está compuesta por un crisol de nacionalidades y disciplinas, pero incidiendo siempre en el conjunto final que es lo que verdaderamente importa.
Los creadores del diseño de vestuario han usado una gran variedad de fuentes de inspiración basadas en la temática del espectáculo, elaborando trajes, máscaras y tocados para la creación de personajes mitológicos, como seres de luz, elfos, hadas, faunos, unicornios, duendes.
Todo el vestuario está hecho a medida, utilizando tejidos naturales e intentando recrear la naturaleza y, para conseguir ese efecto, se ha usado la técnica del pintado a mano. Más de 100 trajes y 50 tocados harán posible numerosos cambios de vestuario durante el espectáculo.
Ha sido necesario un intenso y exhaustivo trabajo para la realización de una escenografía única, en la que el cielo de la carpa se convierte en un auténtico planetario, plagado de estrellas y constelaciones y, en su interior, en la pista del Circo Mágico, se desarrolla una mágica historia contada por un narrador de excepción, El Árbol Mágico, un árbol druida de más de 5 metros de altura interactivo e hiperrealista.