ALMERÍA 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
Colectivos ecologistas inmersos en los pleitos del Algarrobico, en Carboneras (Almería), han valorado que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, haya marcado como reto para 2024 la demolición del hotel de Azata del Sol que se levanta en el paraje protegido, si bien han instado al Gobierno andaluz a "facilitar una sentencia firme" que ordene el derribo.
"Hay que agradecer las palabras del presidente de la Junta asegurando que ya es hora de demoler el hotel, pero una cosa es lo que se dice públicamente y otra es la realidad en los juzgados", ha indicado el abogado José Ignacio Domínguez.
En declaraciones a Europa Press, Domínguez ha lamentado que el Gobierno andaluz "no haya hecho nada absolutamente hasta ahora" para propiciar el derribo y la restauración ambiental de la zona y ha criticado que, "durante 20 años en los juzgados y de tapadillo", haya hecho "todo lo posible para que el hotel siga en pie".
"La Junta ha puesto todo tipo de pegas para que los ecologistas perdamos los pleitos, por lo que, para demoler el hotel de Azata del Sol, lo que tiene que hacer es procurar facilitar una sentencia firme que lo ordene", ha afirmado.
Domínguez ha emplazado al líder del Gobierno andaluz para que "presione" al alcalde de Carboneras, Felipe Cayuela (PP), para que "anule" la licencia municipal de obras de 2003, ya que "es un requisito indispensable" para el derribo.
En esta línea, ha trasladado que "lo que tiene que hacer" la Junta es presentar "una demanda" contra la promotora del hotel "obligándola a entregarle los terrenos" en ejecución del derecho de retracto por 2,3 millones de euros que ejerció la administración autonómica en 2006 y "que lleva ya muchos años paralizado".
"Se agradecen las palabras de Juanma Moreno, pero lo que necesitamos son hechos", ha concluido el abogado de Greenpeace, Ecologistas en Acción y Salvemos Mojácar.
El presidente andaluz instó en el mensaje de Navidad del domingo al Gobierno de España a la demolición del Algarrobico como reto para 2024 "una vez que el futuro de Doñana esté despejado", ya que, a su juicio, "es la hora de afrontar otra deuda que tenemos pendiente con el medioambiente en Andalucía, la demolición del Algarrobico".
"Ese edificio se ha convertido en un símbolo del urbanismo salvaje en la costa mediterránea, en concreto en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar y ya va siendo hora de tirar al suelo esa mole de hormigón y devolver ese espacio al conjunto de los ciudadanos y a la propia naturaleza", defendió.