MADRID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
El canal digital supone casi un 70% en la compra de viajes de los españoles, según un estudio elaborado por la firma de consultoría y servicios profesionales Braintrust que dibuja al viajero digital como un usuario joven con nivel adquisitivo medio-alto y con nivel de estudios avanzados.
El barómetro turístico muestra una gran evolución de los canales usados en una era post pandemia. Así destaca la aceleración de los canales digitales que han tomado mayor relevancia desde el Covid-19.
El canal digital es el que en estos momentos se impone para los viajes. Así los viajes reservados directamente con los proveedores a través de web o app, se situarían en un 35,5%, aumentando 3,4 puntos respecto a 2019.
Los viajes consumidos a través de canales digitales en la intermediación suponen ya un 22,2%, incrementándose en un 1,9%, mientras que otras webs o app's especializadas de otros proveedores, estaría ya en un 10,4%, elevándose un 1,3%.
Mientras tanto los canales presenciales se quedarían atrás con un 9,3% de las ocasiones usadas directamente con el prestatario final, o con un 16,4% en el caso de la presencialidad o bien correo o teléfono del caso de las agencias físicas.
Según los expertos la realidad a medio y largo plazo, es que esta tendencia se acentúe a medida que el colectivo de viajeros se rejuvenece, y donde las nuevas generaciones son nativos digitales como los millenials, o nacidos digitales como los Z's.
Por ello desde Braintrust se anima a todas las compañías turísticas a ofrecer la multicanalidad, para un viajero que ya es para siempre un viaero omnicanal.
VIAJERO JOVEN
El viajero digital es más joven, más formado y con un nivel de ingresos medio-alto. El perfil de este tipo de viajero es el ubicado en la Generación Millennials (1981-1993) y Generación Z (1994-2010)
Por otro lado, también se identifica en el viajero digital un mayor grado de estudios, siendo caracterizados por niveles educativos superiores, y por otro lado se sitúan en las clases media-alta, aquellas que tienen ingresos del hogar superiores a los 1.500 euros.
Estos aspectos deberían ser tenidos en cuenta por las marcas turísticas a la hora de comercializar sus productos en función de su público objetivo.