La hostelería constata una buena campaña de verano, aunque ligeramente por debajo de lo esperado

Archivo - Un camarero trabajando en el kiosko de comida y bebida del embalse de Bolarque, a 20 de agosto, en Guadalajara, Castilla La-Mancha, (España).
Archivo - Un camarero trabajando en el kiosko de comida y bebida del embalse de Bolarque, a 20 de agosto, en Guadalajara, Castilla La-Mancha, (España). - Rafael Bastante - Europa Press - Archivo

El turista nacional y cliente habitual contuvo el gasto, mientras los extranjeros lo aumentaron

MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -

El 41,7% de los hosteleros de España ha asegurado que la temporada de verano ha sido mejor que la del año anterior, para un 28,3% igual, mientras que un 30% comenta un peor comportamiento que en los meses de verano de 2022, según Hostelería de España.

Además, más de la mitad de los encuestados ha constatado un aumento de las visitas (51,2%), aunque algo más de ese porcentaje de los hosteleros ha observado un descenso del gasto (55,6%).

"En general el mes de agosto ha tenido un mejor comportamiento que julio, con mayor afluencia de visitantes, aunque en ambos meses se ha mostrado una contención del consumo, así como un recorte en la estancia media", han apuntado desde Hostelería de España.

Así, un 42,3% ha apreciado un aumento del turista nacional, y la mitad de los encuestados incremento de los extranjeros, aunque el gasto de estos últimos ha sido mayor.

En cuanto al gasto, la campaña estival se inició con un aumento en la cifra de negocios de la hostelería de un 9,8% en junio, pero, en los meses de julio y agosto, el crecimiento de la facturación moderó, quedándose en un 5% por encima de la alcanzada en 2022.

No obstante, los hosteleros afirman que la facturación ha sido hasta un 5% mayor que la del año anterior para un 23,5% de ellos, y para un 20,2% el aumento se amplia hasta un 10%, mientras que para un 21% ha sido igual. En el lado contrario, un 19,2% afirma haber sufrido una caída de hasta un 5%, y un 16,1% de entre un 5 y un 10%.

La mayor contención del gasto se aprecia especialmente en el cliente habitual y el turista nacional, mientras que ha aumentado el gasto de los extranjeros, un grupo que solo en el mes de julio realizó un gasto un 7,6% superior en alojamiento y un 19,9% en manutención, que el del mismo mes del año anterior.

ISLAS, GALICIA Y COSTA MEDITERRÁNEA CONCENTRAN LA MAYOR FACTURACIÓN

Por zonas geográficas, la costa mediterránea, Galicia y las islas aumentaron un 10% la facturación, mientras las zonas de interior se han mantenido prácticamente iguales al año anterior, mientras el norte ha tenido unos datos algo peores, debido a que el año anterior obtuvieron "muy buenos resultados".

Respecto al tipo de establecimientos, los restaurantes son los que muestran un mejor comportamiento, mientras en el ocio nocturno se redujo la actividad.

EL 63,2% DE LOS HOSTELEROS TUVO DIFICULTADES PARA ENCONTRAR TRABAJADORES

Un 63,2% de los hosteleros ha tenido dificultades a la hora de encontrar trabajadores este verano, problema que unido a los elevados costes, especialmente de los alimentos y bebidas, supone un descenso de la rentabilidad de los negocios.

Desde Hostelería de España han afirmado que el último trimestre del año muestra "signos de debilidad", por la contención en el gasto que se ha mostrado durante el verano, que se va a acentuar a partir de septiembre debido al descenso de la capacidad de ahorro de las familias, con un freno en el crecimiento de la facturación.

Por ello, para el cierre del año, se prevé una caída de hasta un 5% respecto al año anterior, teniendo en cuenta que los mismos meses de 2022 mostraron muy buen comportamiento, con recuperación de las cifras de 2019.

En este sentido, un 41,6% de los hosteleros opina que facturará hasta un 5% menos en el último trimestre, y un 14,5% piensa que incluso su facturación podría caer hasta un 10%. Para un 24,7% la facturación será igual que el año anterior, mientras que para cerca de un 20% confía en que será superior.

A pesar de ello, desde Hostelería España han advertido un cambio de tendencia hacia un modelo de turismo más "cualitativo, con mejores prestaciones e impulsado por el descenso de los consumidores de menor renta disponible", que se verá compensado con los de "mayor poder adquisitivo".