MADRID 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
El 'holding' IAG, que engloba aerolíneas como Iberia, British Airways (BA), Vueling y Aer Lingus, registró unas pérdidas después de impuestos de 2.933 millones de euros en 2021, lo que supone un descenso del 57,7% frente a los 'números rojos' de 6.935 millones de euros que se anotó un año antes, según ha informado el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El total de ingresos se situó en 8.455 millones de euros en 2021, lo que supone un aumento del 8,3% respecto a 2020, mientras que los gastos se redujeron un 26,5%, hasta los 11.220 millones de euros. El resultado operativo fue negativo en 2.765 millones de euros. Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) alcanzó los 1.017 millones de euros negativos.
Por aerolíneas, British Airways registró una caída de sus ingresos del 6%, hasta los 3.699 millones de euros, mientras que en Air Lingus la caída fue del 20%, hasta los 376 millones. En el caso de Iberia, los resultados fueron muy positivos, con un incremento de ingresos del 23%, hasta los 2.784 millones de euros, y de Vueling, que mejoró sus ingresos un 77%, hasta alcanzar los 1.016 millones de euros.
La capacidad de transporte de pasajeros en el cuarto trimestre fue un 58% de la capacidad de 2019, frente al 43% del tercer trimestre y un 36% para el todo el año del total de 2019.
Los planes de capacidad de transporte de pasajeros actuales para el primer trimestre de 2022 son de alrededor del 65% de la capacidad
de 2019 y para el ejercicio son de alrededor del 85% de la capacidad de 2019. Ómicron ha afectado a las reservas en enero y febrero de
2022, pero ha tenido un impacto mínimo en las reservas para Semana Santa y verano de 2022.
"Estamos seguros de que se está produciendo una fuerte recuperación. Nuestros equipos en todo el grupo están aprovechando todas las oportunidades para desarrollar nuestro negocio mientras aprovechan el incremento significativo de las reservas que se produce tan pronto se levantan las restricciones a los viajes. El extraordinario trabajo y dedicación de nuestra gente ha sido clave para enfrentar esta crisis", ha resaltado el consejero delegado de IAG, Luis Gallego, afirmando que están siguiendo de cerca los acontecimientos geopolíticos con el fin de "gestionar cualquier impacto potencial".
Tras la aparición de ómicron a finales de noviembre, la demanda de viajes decreció a corto plazo. Sin embargo, las reservas se han mantenido sólidas para Semana Santa y para la temporada de verano de 2022 tras recuperarse a comienzos de año. "Esperamos un verano sólido con IAG volviendo a operar aproximadamente un 85% de su capacidad de 2019", añadió Gallego.
Su modelo diversificado ha permitido aprovechar al máximo la recuperación, aprovechando además sinergias tanto en ingresos como en costes máximizando la eficiencia, lo que significa que la compañía está preparada para volver a la rentabilidad en 2022.
Con todo ello, el holding aeronaútico espera una pérdida de las operaciones trimestral significativa para el primer trimestre de 2022 debido a la estacionalidad normal de negocio, el impacto de Omicron en las reservas a corto plazo y el impacto en los costes de las operaciones de la recuperación de los niveles de capacidad.
IAG espera que su resultado de las operaciones sea rentable a partir del segundo trimestre, lo que hará que tanto el beneficio de las operaciones como los flujos de efectivo netos de las actividades de explotación sean significativamente positivos para el año. Según la compañía, esto asume "que no habrá más contratiempos relacionados con el COVID-19 y las restricciones de viaje impuestas por los gobiernos o un impacto material a causa de los recientes acontecimientos geopolíticos".
MEJORA DE LA DEMANDA DE VIAJES.
La relajación de las restricciones de viaje impuestas por los gobiernos a medida que avanzaba el año resultó en una mejora de la
demanda de viajes, en particular tras la apertura de la frontera de Estados Unidos a los viajeros extranjeros el 8 de noviembre.
Pero el impacto de ómicron a partir de noviembre tuvo un impacto negativo a corto plazo en el resultado de las operaciones, las reservas de pasajeros y las cancelaciones.
Los flujos de efectivo de las operaciones se situaron en 1.000 millones de euros en el segundo semestre de 2021, una mejora significativa propiciada por un Ebitda positivo en el cuarto trimestre, por un número sólido de reservas y por un capital circulante favorable.
La inversión en inmovilizado en 2021 fue de 700 millones de euros, un descenso significativo frente a los 1.300 millones de euros previstos anteriormente y los 1.700 millones de euros que se esperaban a principios del ejercicio, debido al retraso de los aviones de Airbus y Boeing.
El efectivo se situó en 7.943 millones de euros a 31 de diciembre de 2021, lo que supone un aumento de 2.026 millones de euros respecto
al 31 de diciembre de 2020. Las líneas de financiación generales y de aeronaves comprometidas y no utilizadas ascendían a 4.043
millones de euros, suponiendo una liquidez total de 11.986 millones de euros, frente a 8.059 millones de euros a 31 de diciembre de 2020.
Los fondos procedentes de préstamos ascendieron a 4.800 millones de euros en 2021, incluyendo un préstamo a cinco años del UK Export
Finance (UKEF) para British Airways de 2.000 millones de libras esterlinas; una emisión de bonos no garantizados de IAG de 1.200 millones de euros; una emisión de bonos convertibles de IAG de 825 millones de euros; un EETC vinculado a la sostenibilidad de British Airways de 785 millones de dólares estadounidenses, de los cuales 150 millones de dólares estadounidenses se dispusieron en 2021; préstamo del Ireland Strategic Investment Fund (ISIF) para Aer Lingus de 75 millones de euros; y otras financiaciones de aeronaves.
Asimismo, el Grupo formalizó nuevas líneas de crédito, las cuales no han sido dispuestas durante el ejercicio 2021, incluyendo una línea de crédito renovable a tres años disponible para Aer Lingus, British Airways e Iberia de 1.755 millones de dólares estadounidenses y una línea de crédito a cinco años garantizada por UKEF para British Airways de 1.000 millones de libras esterlinas.
Se espera que la inversión en inmovilizado en 2022 sea de 3.900 millones de euros, reflejando la necesidad de recuperar los niveles de capacidad previos a la pandemia, el retraso en las entregas de aeronaves que se esperaban en 2021 y el diferimiento en ciertos pagos
previos a la entrega de aeronaves correspondientes a años anteriores. Se espera que se entreguen 25 nuevos aviones en 2022.