MADRID 27 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las fiestas navideñas son el momento ideal para viajar a nuevos destinos conociendo y disfrutando distintas culturas y tradiciones a lo largo de todo el globo. Una de las actividades que más disfrutan los viajeros lejos de su casa es sin duda la gastronomía y la navidad es una época perfecta para conocer dulces típicos de otros países del mundo que solo se pueden encontrar en estas épocas festivas.
Y es que la temporada navideña no solo trae consigo luces brillantes y villancicos alegres, sino también una deliciosa variedad de dulces típicos que reflejan la diversidad cultural. Desde América Latina hasta Europa y Asia, hay lugares en todo el mundo donde el viajero puede sumergirse en la magia de los sabores navideños. Por ello desde Civitatis han realizado un listado de lugares en los que celebrar la navidad desde el paladar.
TRONCO EN PARIS O PANNETTONE EN ITALIA
Si tienes la suerte de poder visitar Francia durante la época navideña, el bche de Nol, será el postre que te servirán en todas las cafeterías y restaurantes del país. Es un bizcocho en forma de tronco, originario de la tradición ancestral de quemar un tronco en el fuego para encontrar la suerte.
Los pasteleros y chefs de París, preparan sus mejores versiones para que, después de un paseo por la ciudad, puedas degustar su exquisito y peculiar sabor.
Otro de los dulces gastronómicos más famosos durante la época de Navidad tiene sus orígenes en Milán, Italia. Se trata del Panettone, un bizcocho de pan brioche, relleno de todo tipo de ingredientes: chocolate, pasas, naranja o frutos secos, son algunos de los más utilizados.
Tomarse un café por los alrededores del Duomo de Milán, mientras degustas este dulce tan típico, disfrutando del ambiente de la ciudad y de las vistas que ofrece, es sin duda un planazo al que pocos viajeros pueden resistirse.
España también es un país de tradiciones en cuánto a dulces navideños se refiere. El más conocido, es el Roscón de Reyes, un bollo que contiene fruta escarchada y nata que no falta en ninguna comida navideña (especialmente el Día 6 de Enero, en el que los Reyes Magos llenan de regalos las casas de los niños).
Una figurita está escondida dentro del dulce, y a quién le toque tendrá suerte en el futuro. Disfrutar de un chocolate caliente en la Plaza Mayor de Madrid mientras se degusta este dulce típico, es un planazo apto para todas las edades.
GALLETAS EN ALEMANIA Y PUDDING EN INGLATERRA.
Alemania también cuenta con un dulce típico delicioso: las Lebkuchen, unas galletas que serán el postre preferido de los amantes de las especias. Están compuestas por cardamomo, jengibre, canela y nuez moscada y están confitadas con naranja y chocolate. Su sabor transportará al viajero a las tradiciones más ancestrales de los pasteleros de Núremberg, lugar donde comenzaron a producirse.
Y en Inglaterra el dulce navideño imprescindible es el pudding inglés. Desde la época medieval este postre se encontraba en la mesa de cualquier británico y con el paso de los años se fue extendiendo y adaptando al resto de Europa. Su fruta deshidratada, ciruelas y algún licor se pueden encontrar en el barrio de Covent Garden ubicado en Londres, donde a veces realizan carreras con el dulce en la cabeza.
Transportarse al pasado es posible, probando uno de los dulces más antiguos del mundo si viajamos a Austria. En concreto en la región de Linz, nace este dulce típico de Centroeuropa, muy recomendable para los amantes de los frutos secos, puesto que las almendras y las avellanas son su ingrediente principal. Además, también suelen estar confitadas con frambuesa y otros ingredientes típicos del lugar.
En Estonia es famosa la trenza de canela. Kingle Stonia es el nombre con el que se conoce a este dulce navideño típico de este país de Europa del norte, que cuenta con la canela como uno de sus ingredientes protagonistas. Se asemeja al panettone italiano, aunque las pasas o frutas confitadas ceden su puesto a la canela.
Y en Estados Unidos se puede disfrutar del famoso pastel de manzana. Aunque es un postre que se puede degustar durante todo el año, en Estados Unidos es muy típico elaborarlo durante la época navideña. Se trata de una tarta de manzana, elaborada horneando las manzanas granny especiadas y troceadas. Alrededor de Times Square en Nueva York, se pueden encontrar numerosas pastelerías que ofrecen este dulce típico americano, aunque nadie se pone de acuerdo en cuál es la mejor opción de todas
El México son famosos los buñuelos. Este dulce típico navideño, que recibe el mismo nombre que en otros países europeos, no tiene nada que ver con ellos. Se trata de unos discos de harina, que suelen acompañar con azúcar o miel y que, además, se fríen. Otros postres navideños mexicanos fáciles de hacer son el panqué de plátano, las gorditas de nata, las jericallas, el pan de elote, o el ponche, entre otros.
En Colombia las propuestas culinarias navideñas son infinitas. Desde los buñuelos acompañados de natillas, los plátanos calados, el brazo de reina, las cocadas y los flanes, el merengón de frutas, las hojuelas u hojaldres, las brevas con arequipe, el arroz con leche o las mazamorras son algunos de los dulces que nunca faltan en este país de Sudamérica.
MIEL, MERENGUES Y CREMAS.
En Brasil son famosas las llamada rebanadas brasileñas. Muy parecidas a nuestras torrijas son rebanadas de pan bañadas en leche y fritas que posteriormente se pasan por una salsa de miel. También son clásicas en la Navidad portuguesa.
También se endulzan las navidades en Australia y Nueva Zelanda gracias a la tarta pavlova, un pastel con base de merengue con crema y algunos trozos de fruta como arándanos o frambuesa. Sin embargo, existen rencillas entre australianos y neozelandeses porque no se ponen de acuerdo en cuál es el origen de este dulce tan rico y sabroso. Lo que sí es seguro es que tanto las playas de Australia, cómo los paisajes de Nueva Zelanda, son dignos de visitar para disfrutar allí de este dulce navideño.
En Noruga son famosas las pepperkaker. Uno de los símbolos de la repostería de este país, que también comparte con otros países de la Europa del Norte. Estas galletas navideñas, finas y crujientes, también se presentan en diferentes formas. Se preparan con harina, mantequilla, azúcar o miel, y especias (pimienta negra molida, clavo, jengibre, cardamomo).
En Egipto, hacer kahk (galletas) es tan antiguo como los faraones. De hecho se han hallado dibujos que representan a mujeres preparando kahk grabados en las paredes de templos faraónicos de las antiguas Tebas y Menfis. En la antigüedad las kahk se rellenaban con dátiles e higos; hoy estas galletas (parecidas a las galletas de mantequilla) tienen formas geométricas, llevan varios tipos de relleno (dátiles, pistachos, nueces) o van especiadas con canela, clavo y jengibre, e incluso a veces llevan también semillas de hinojo, semillas de anís o mahlab (semillas de un hueso de cereza amargo).
Las kakh las disfrutan por igual musulmanes y cristianos coptos para celebrar el final de sus respectivos ayunos, además de para celebrar otras fiestas. Los cristianos coptos suelen llevar como obsequio una caja de kakh cuando visitan a sus amigos y familiares en Navidad.
Y también hay navidad en Asia. En Turquía se pueden disfrutar de las famosas baklavas asirias desde el siglo VII AC: capas horneadas de masa intercaladas con nueces trituradas y miel. El pastel más popular de Japón en Navidad es el kurisumasu keiki, tarta muy dulce de crema y nata adornada con fresas naturales que originalmente se servía en las bodas.
Y para finalizar Filipinas el país el que tiene más católicos de Asia. Allí se elabora especialmente el bibingka, pastel de harina de arroz con coco y cubierto de queso que se comparte siempre tras la misa del Gallo.