MADRID 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Con 7.000 años de historia y uno de los mejores climas del Mediterráneo las Islas Maltesas de Malta, Gozo y Comino ofrecen grandes atractivos para visitar: desde interesantes sitios arqueológicos a otros declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco para disfrutar en pareja con motivo del día más romántico del año.
Malta considerada como el mismísimo corazón del Mediterráneo, cuenta con decenas de lugares repletos de historia y paisajes con encanto en los que poder contemplar unos atardeceres de película en un día tan especial como es el 14 de febrero.
La primera parada obligatoria en un fin de semana romántico por el archipiélago maltés es La Valletta, su capital que ofrece infinidad de planes para disfrutar solo o acompañado. Entre los lugares más emblemáticos que marcan un recorrido por la capital maltesa se encuentra la Concatedral de San Juan, donde se puede admirar la grandeza de 'La Decapitación de San Juan', el cuadro con mayores dimensiones de Caravaggio y el único firmando por el ilustre artista.
Otros de los rincones secretos de la isla son los Upper Barraka Gardens, que ofrecen una panorámica espectacular de la costa mediterránea y un punto perfecto para aquellos amantes de la fotografía.
DESCUBRIENDO LA CIUDAD DEL SILENCIO.
Situada en la cima de una colina y rodeada de murallas se encuentra Mdina, antigua capital de Malta y conocida como la Ciudad del Silencio. Sus calles, protegidas por altos muros de piedra caliza crean una encantadora atmósfera digna de la época medieval que hace que cada recorrido por la ciudad sea especial, sobre todo para las parejas. Además, es el destino perfecto para los fanáticos de Juego de Tronos, ya que ha sido uno de los principales escenarios de la serie.
Al igual que La Valletta, Mdina alberga joyas arquitectónicas como la catedral de San Pablo, ubicada en la plaza principal y cuyo interior está ornamentado con diversas esculturas y pinturas.
Sin embargo, una de las principales razones que ha hecho de la ciudad una de las más aclamadas son los restaurantes, destacados por sus sabores mediterráneos, por lo que una cena romántica resulta un plan esencial durante cualquier escapada a la isla.
SURCANDO LAS AGUAS CRISTALINAS DE GOZO.
Gozo, la isla mediana del archipiélago maltés, es, en sí misma, el lugar idóneo para los enamorados. Los acantilados, donde rompen las olas, las hileras de viñedos entre los que caminar o una cena a la luz de las velas en la playa son planes perfectos para disfrutar en pareja.
Y es que Gozo es uno de esos lugares que destaca por ofrecer un sinfín de actividades que permiten activar el cuerpo mientras se recorren los rincones secretos de la isla y se descubren retos prehistóricos, instalaciones militares o antiguas capillas al borde de los acantilados.
Entre las maneras más destacadas para realizar este tipo de turismo activo se encuentran las excursiones a caballo, los recorridos en bici o las rutas de senderismo. Aunque, sin duda, compartir un paseo en barco es algo que no puede faltar en el itinerario, convirtiéndose las aguas cristalinas del Mediterráneo en una aventura inolvidable.
Cada estancia en Gozo ofrece la posibilidad de vivir una de las experiencias más especiales, ya que en la bahía de Ramla se encuentra una de las playas más famosas del archipiélago por su arena rojiza y el color de sus aguas, un enclave sinigual para dar un paseo encantador. Además, a pocos metros de ella se está ubicada la Cueva de Calipso, el lugar donde la hermosa ninfa Calipso retuvo a Ulises durante siete años como 'prisionero de amor'.
Y para descasar en Malta nada mejor que los famosos hoteles boutique. Unos pequeños establecimientos, caracterizados por el trato a sus huéspedes y por la elegancia de sus decoraciones, que ofrecen a las parejas la posibilidad de alojarse en las mejores zonas de la isla.
Algunos de estos hoteles serían el Kempinski San Lawrenz hotel de 5 estrellas ubicado en la isla de Gozo, 'Divine Indulgence' una casa de pueblo del siglo XVI situada cerca del puerto internacional de yates en Vittoriosa, o para los más tradicionales, 'Maison La Vallette' o el lujoso confort de 'Palazzo Vittoriosa'.