MADRID 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
Puerto Rico se prepara para dar la bienvenida a una de las temporadas navideñas más largas del mundo. Un total de 45 días durante los cuales la isla ofrece cambiar el frío y la blanca nieve de Europa por el ambiente más cálido y colorido del Caribe.
El 'pistoletazo' de salida de las festividades se produjo el Día de Acción de Gracias, que este año cayó el 24 de noviembre, y durará hasta mediados de enero, con una amplia variedad de tradiciones para todos los públicos.
Puerto Rico se convierte en la temporada navideña en un paraíso invernal tropical donde las plazas y las casas se iluminan con reproducciones de Papá Noel y copos de nieve, así como figuras de los tres Reyes Magos, célebre tradición puertorriqueña, compartida con España, que se conoce también como el Día de Reyes o Epifanía.
Asistir a la misa de Nochebuena es una experiencia cultural, tanto si se es creyente como si no. Entre las iglesias con más atmósfera de Puerto Rico se encuentran la Iglesia de San José, la Catedral de San Juan Bautista en el Viejo San Juan, y la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, en Ponce.
Los ocho días posteriores al Día de los Reyes Magos, el 6 de enero, se conocen en Puerto Rico como las Octavitas, una extensión de la Navidad donde los lugareños organizan fiestas y participando en parrandas (fiestas callejeras tradicionales parecidas al Carnaval).
Por lo general, este período único termina con el festival más colorido de Puerto Rico: las Fiestas de la Calle San Sebastián. Este jubileo cultural lleno de música marca el final oficial de la temporada navideña con canciones tradicionales como 'Traigo esta trulla', 'Asómate al balcón' o 'El ña', escritas por Herminio de Jesús.
Los amantes de la gastronomía no pueden dejar de probar el menú festivo de Puerto Rico, que consiste en arroz con gandules, lechón asado y empanadas de plátano verde y carne en forma de tamal.
Tampoco pueden faltar una buena ensalada de patata y la típica morcilla rellena de arroz. Y, cómo no, el toque dulce de la mesa lo ponen el tembleque, un pudín con sabor a coco cubierto de canela, y el coquito, una bebida a base de coco y ron.
Algunos de los mejores restaurantes para saborear la gastronomía boricua son El Cuñao, El Rancho de APA y Lechonera Los Pinos. Por otro lado, la Fonda y Posada El Navideño, en Orocavis, es también un restaurante muy especial en el que celebrar la Navidad durante todo el año.
Algunas de las mejores decoraciones navideñas se encuentran en el poblado de San Antonio, en el Municipio de Aguadilla, el cual engalana casi todas sus calles y residencias con adornos navideños creativos, y el Municipio de Isabela, que decora su Plaza Pública, la Casa Alcaldía y las zonas aledañas con elementos tradicionales de Puerto Rico.
Además, miles de luces decoran una cueva situada en el pueblo de Vega Alta. Se trata de 'La Cueva Iluminada', una atracción donde se siente la magia navideña gracias a su creadora, Carmen Rosa, quien ha preservado por más de dos décadas la tradición de decorar el cerro detrás de su residencia.