MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los viajes experienciales son una de las últimas tendencias en la industria de los viajes. El turismo de emociones, resulta cada vez más popular y asociado a un turismo más sostenible y con beneficios incluso psicológicos para el viajero.
El llamado turismo experiencial o emoturismo, que es aquel en el que el viajero no solo busca un destino con encanto o que le ofrezca los mejores servicios sino que busca vivir emociones y crear recuerdos que permanezcan en nuestra memoria.
Este tipo de turismo basado en las emociones tiene como objetivo intensificar las experiencias vividas en cada viaje, haciendo que sean realmente únicas. Evitar el turismo masivo permite apostar por vivencias más profundas en las que se pueden disfrutar los pequeños detalles.
El turismo experiencial está además muy asociado con la sostenibilidad, tanto en destinos como en actividades o servicios. Por ello puede convertirse en un elemento diferenciador a la hora de elegir destino donde pasar las vacaciones o realizar un viaje.
La compañía de inteligencia turística Mabrian ha identificado un incremento global de turismo experiencial, que se hace especialmente notable en Europa, enfocado sobre todo en alternativas activas y de naturaleza.
Los países nórdicos lideran el cambio y son los mejor posicionados para capitalizar estas nuevas tendencias de demanda. Italia, por su parte, lidera el ranking de potenciales destinos de moda para este año, seguido de Francia y Alemania
EMOCIONES Y VIVENCIAS.
El turismo emocional busca actividades que supongan para el viajero sorpresa, emoción y vivencias. Se busca poner al cliente en el centro de la experiencia, adaptándose a sus gustos y necesidades y priorizando lo local tanto en el ámbito cultural como en el gastronómico.
El 'emoturismo' se presenta por tanto como una nueva tendencia encargada de redefinir la manera en la que disfrutamos de nuestras vacaciones. Atrás se queda el turismo masivo para apostar por vivencias profundas que permitan al viajero salir de la monotonía y vivir emociones creando recuerdos que permanezcan en nuestra memoria.
Este nuevo tipo de turismo se basa en los sentimientos de los viajeros como eje de las actividades que se lleven a cabo, para así ofrecer los servicios y productos más flexibles que permitan interactuar con el turista de la manera más humana y cercana.
El turismo experiencial debe tocar el corazón del viajero ofreciendo experiencias personalizadas a cada uno de los turistas. Desde hoteles insospechados hasta experiencias únicas para disfrutar con los cinco sentidos.
Las claves de este turismo serían ofrecer experiencias personales brindando experiencias que generen conexiones emocionales, profundas y significativas.
La búsqueda de lo local y la huída de lugares masificaciones busca conectar con la parte más original de la naturaleza y la cultura local. Se trata de dar un nuevo significado al destino, resaltando las tradiciones y la gastronomía del lugar.
Y un elemento muy importante es la consecución del bienestar emocional. Este tipo de turismo busca generar emociones positivas y fortalecer la conexión emocional del viajero con el entorno natural creando recuerdos más duraderos e imborrables.
ALTERNATIVAS ACTIVAS Y DE NATURALEZA.
La compañía de inteligencia turística Mabrian ha identificado un importante incremento del turismo experiencial en Europa enfocado sobre todo en alternativas relacionadas con el turismo activo, el natural, el gastronómico y el de bienestar.
En Europa las motivaciones más convencionales también han perdido parte de protagonismo, en concreto un 8% de 2019 a 2023. Por el contrario, el turismo activo y de naturaleza son los que más crecen, subiendo cinco y tres puntos porcentuales, respectivamente.
Países nórdicos, encabezados por Islandia, Noruega y Finlandia, así como Eslovenia y Suiza, están mejor colocados para capitalizar la demanda creciente de este tipo de actividades, con una cuota de mercado de más del 60% entre los intereses del visitante.
Mabrian ha identificado Italia como el país con más destinos potenciales, concretamente cuatro, seguido por Francia y Alemania, cada uno con dos. El top 10 de regiones de moda para este año también incluye al Reino Unido y Portugal.
Por destinos, resalta el buen posicionamiento de la región de Piamonte en Italia, que incluye destinos como Turín, Stresa o Alba, dónde además de destacar su oferta cultural y natural, sobresale su oferta gastronómica, incluida entre las motivaciones experienciales. Además muestra una positiva evolución en cuanto a su accesibilidad.
En segundo lugar se sitúa Nueva Aquitania, en Francia, que incluye destinos como Burdeos, Biarritz o Limoges, con una oferta de producto enológico y gastronómico y activo, que le hace destacar. También con una conectividad aérea buena y estable.
Para cerrar el top 3 de destinos que pueden ser tendencia, destacamos el Este de Inglaterra, con destinos como Cambridge, Essex o Norfolk. Esta región ofrece un equilibrio entre oferta cultural y natural que le proyecta como un destino en crecimiento.
Para cerrar el top 10 de destinos tendencia se destaca Occitania (Francia), Campania (Italia), Renania del Norte-Westfalia (Alemania), Lombardía (Italia), Emilia-Romana (Italia), la provincia de Hamburgo (Alemania) y la provincia de Lisboa (Portugal).