Sabores de Valonia, descubre las especialidades que conquistan paladares

Cerveza y queso, maridaje perfecto en Valonia
Cerveza y queso, maridaje perfecto en Valonia - VWT
Actualizado: martes, 25 marzo 2025 10:55

MADRID 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

Valonia ofrece una experiencia gastronómica que combina tradición, historia y sabores excepcionales. Cada plato y bebida cuenta una historia que refleja el alma de la región, invitando a los visitantes a disfrutar de una cocina rica y diversa. Desde recetas transmitidas de generación en generación hasta especialidades locales únicas, cada sabor encierra una historia que forma parte del alma culinaria de la región.

Valonia no solo es rica en historia y cultura, sino que también es un auténtico paraíso para los amantes de la buena comida. Desde las cervezas trapenses hasta los quesos artesanales, pasando por el chocolate, las auténticas patatas fritas belgas, los gofres de Lieja y el tradicional pèkèt, la gastronomía de Valonia refleja la riqueza y la identidad de esta región del sur de Bélgica. Un recorrido por sus sabores esenciales es también un viaje por su historia, su cultura y sus pasiones más profundas.

Prepárate para un viaje gastronómico inigualable, descubriendo los sabores esenciales de Valonia que no puedes perderte.

LAS CERVEZAS TRAPENSES QUE DEBES PROBAR.

Valonia es famosa por su rica tradición cervecera, con más de 600 variedades que van desde refrescantes cervezas rubias hasta oscuras e intensas. Entre las más prestigiosas se encuentran las cervezas trapenses, elaboradas por monjes en monasterios centenarios como la Abadía de Orval, la Abadía Notre-Dame de Saint-Remy en Rochefort y la Abadía de Scourmont en Chimay, todas ellas, de carácter robusto y profundo, son el acompañamiento perfecto para explorar la cultura de la región.

Cabe destacar que estas tres abadías están conectadas por un itinerario temático concebido por la asociación Sentiers de Grande Randonnée. Un Gran Recorrido que se puede realizar al ritmo de cada uno, tanto si es un aficionado al senderismo como si no.

Y, si bien es cierto que las cervecerías de las abadías no están abiertas al público, cuentan con museos y actividades en torno a la cerveza, como es el caso del espacio interactivo de la Abadía de Orval en donde es posible descubrir los secretos de su producción. O Chimay Experience, la experiencia inmersiva que, junto a la Abadía de Scourmont, ofrece un recorrido fascinante sobre la fabricación de las cervezas y quesos trapenses de Chimay, transportando a los visitantes a los orígenes de una de las tradiciones más arraigadas de Valonia.

Siendo un producto tan emblemático en Valonia, no es difícil encontrar cervecerías en las que los maestros cerveceros están encantados de mostrar los secretos de las variedades que elaboran. En total, hay 89 cervecerías que se pueden visitar, aunque en toda la región, por supuesto, hay muchas más.

QUESOS VALONES: AUTÉNTICOS MANJARES DE LA REGIÓN.

En Valonia es típico acompañar con queso la cerveza, no en vano algunos de los quesos valones maridan a la perfección con la cerveza de abadía de alta fermentación.

Así, en la Abadía de Maredsous, situada en el Valle de Molignée, además de disfrutar de su impresionante arquitectura, es posible degustar sus célebres quesos y cervezas, una combinación que resalta los matices únicos de cada producto.

Con o sin cerveza, los quesos valones son un placer para los sentidos y, desde los más suaves hasta los más intensos, todos ellos forman parte de una tradición quesera rica y variada. Cabe destacar el queso de Herve, con su característico aroma y sabor fuerte, cuya historia se remonta al siglo XII y que ganó popularidad en la época de Carlos V.

Este queso cuadrado y con carácter se disfruta tradicionalmente con sirope de Lieja, una reducción caramelizada de manzanas y peras originaria de los vergeles de La Hesbaye. Para conocer más sobre su elaboración y su legado, los visitantes pueden recorrer las Planicies de Herve y descubrir su proceso en el Espacio de los Sabores e Itinerarios de la región.

LAS ICÓNICAS PATATAS FRITAS

Valonia reclama la invención de las auténticas patatas fritas belgas. Crujientes por fuera y suaves por dentro, estas deliciosas papas, originarias de Namur, son un clásico que se sirve con una variedad de salsas, desde la tradicional mayonesa hasta opciones más exóticas como la salsa Mammouth.

Su origen es tan fascinante como su sabor. Hay que remontarse a la región de Namur en el siglo XVIII, cuando en los gélidos inviernos el río Mosa se congelaba y, al no poderse pescar los pescaditos que normalmente se freían para comer, los habitantes cortaban las patatas recordando su forma y las freían.

Y el secreto: deben tener un centímetro de grosor, freírse dos veces (primero a 150°C y luego a 175°C) en blanc de boeuf, una grasa de buey purificada que aporta su característico sabor, y, por supuesto, utilizar patatas de calidad.

Las auténticas patatas fritas belgas, crujientes por fuera y tiernas por dentro, son todo un emblema de la gastronomía valona y se disfrutan como plato en sí mismas, servidas en conos de papel y a menudo acompañadas de una generosa ración de salsa, o como acompañamiento.

Uno de los maridajes más tradicionales y sabrosos son las patatas con albóndigas de Lieja (boulets à la Liégeoise), un plato reconfortante que combina albóndigas de carne con una salsa agridulce a base de sirope de Lieja, cebolla y pasas. Juntas, estas dos especialidades forman una pareja inseparable en las mesas de Valonia y encarnan a la perfección la esencia de su cocina popular.

Turismo de Valonia

CHOCOLATE BELGA: EXCELENCIA EN CADA BOCADO.

El chocolate belga es conocido mundialmente, y en Valonia, los maestros chocolateros han llevado esta tradición a otro nivel. Las pralines y bombones de la región son obras maestras que combinan ingredientes de alta calidad con un proceso artesanal único. Valonia alberga varias fábricas de chocolate que ofrecen tours en los que aprender sobre el proceso de producción y degustar las delicias que han convertido al chocolate belga en una referencia mundial.

Para los más apasionados, es posible organizar una visita temática y participar en talleres impartidos por maestros chocolateros, descubriendo de primera mano los secretos de este arte.

Entre los nombres más destacados se encuentra Jean-Philippe Darcis, embajador del chocolate belga y pionero del macaron en el país. Su museo en Verviers ofrece un recorrido por la historia del cacao, desde sus orígenes hasta la creación de los bombones y tabletas más sofisticadas.

DULCES Y GOFRES PARA LOS MÁS GOLOSOS.

Entre los dulces valones, encontramos la couque de Dinant, una galleta dura y única que sigue siendo un símbolo de la ciudad de Dinant. Pero, sin duda el dulce más famoso de Valonia son los gofres de Lieja, más densos y caramelizados que los tradicionales, y que son una parada obligada para los más golosos.

Su textura crujiente, combinada con el azúcar perlado, crea una explosión de sabor irresistible. La leyenda cuenta que fueron creados por el cocinero de un príncipe-obispo que deseaba un postre especial con este ingrediente, dando lugar a una receta que aún hoy deleita paladares. Acompañados de chocolate belga, estos gofres se convierten en una experiencia inolvidable.

PEKET: UN SECRETO POR DESCUBRIR.

Si hay un licor que puede tratar de quitarle algo de protagonismo a la cerveza, ese es el Pèkèt, que se ha configurado como el aguardiente más emblemático de Valonia. Elaborado a base de grano o bayas, es el alma de fiestas locales como las celebraciones en Namur o el famoso 15 de agosto en Lieja.

Su sabor puro y tradicional es un reflejo del carácter festivo de la región, y su presencia en eventos folclóricos es innegable. Su nombre, derivado del valón antiguo, significa 'picante' o hace referencia a las bayas de enebro, su ingrediente principal.

 

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