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Actualmente cuenta con más de 25.000 empresas de discotecas y salas de fiestas
MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
El sector del ocio nocturno representa en España el 1,8% del PIB de la economía nacional, con 20.000 millones de euros de facturación y más de 200.000 trabajadores vinculados, especialmente de empleo joven.
Con respecto a la demanda social del sector, más de 17 millones de españoles y 40 millones de extranjeros --50% del turista internacional-- consumen habitualmente ocio nocturno, según la Federación de Asociaciones de Ocio Nocturnos de España (Fasyde), que ha celebrado en Madrid su asamblea general anual junto a la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme).
El ocio nocturno, la música y los grandes eventos culturales cobran cada vez más importancia como productos turísticos de primer nivel y aspiran a ser ser uno de los pilares del atractivo turístico de España.
En la reunión se ha hecho balance económico de la situación del sector recreativo tras la recuperación del IVA cultural al 10% que ha marcado junto a la recuperación económica del país, un punto de inflexión del desarrollo económico.
En estos momentos, el sector del ocio y los espectáculos cuenta con más de 25.000 empresas de discotecas y salas de fiestas, bares de copas, tablaos, salas de concierto, teatros y musicales, festivales musicales, verbenas y entidades festeras; así como el conjunto de empresas proveedoras y de mantenimiento de estos establecimientos y eventos, a nivel de seguridad, equipos de iluminación y sonido, catering o empresas de mantenimiento.
REINVENTARSE.
Por otro lado, el ocio nocturno es "cada vez más diurno, cultural, diverso e inclusivo", señala la patronal, con la programación de espectáculos y la fusión entre ocio y gastronomía, por lo que el sector del ocio nocturno necesita reinventar su modelo de negocio de acuerdo a las nuevas pautar de consumo.
Durante la asamblea se ha concluido que es necesario por ello una renovación del marco normativo por parte de las administraciones, que flexibilice sus horarios de actividad y la categorización de los establecimientos, permitiendo la integración del ocio, la cultura, la gastronomía y los espectáculos.
Asimismo, se ha reclamado mayor agilidad y seguridad jurídica a las licencias y permisos administrativos evitando la desregulación y competencia desleal provocada por la inacción de las administraciones ante fenómenos como el botellón, los lateros o las fiestas clandestinas.