MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
El sector de la restauración colectiva estima una caída de ingresos de 539 millones de euros en dos meses por el cierre de comedores escolares, restaurantes de empresa, cafeterías de hospitales y la cancelación de actividades de ocio y eventos como consecuencia de la crisis sanitaria del Covid-19.
Además de unas pérdidas previstas del 15% en los dos últimos meses, la crisis sanitaria se ha traducido en que el 53% del personal se haya acogido a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs), según ha señalado Food Service España, la federación que agrupa a las principales asociaciones y empresas que prestan servicios de restauración en colegios, residencias, hospitales y empresas, entre otros colectivos, con unos 92.000 empleos.
Solo en el sector de la enseñanza, los dos últimos meses han supuesto ya una bajada de 344 millones de euros de facturación y que la práctica totalidad de sus trabajadores se encuentren en una situación de ERTE cuya resolución final dependerá de los planes de desescalada y la llegada de una 'nueva normalidad'.
Además de las pérdidas en este sector, las empresas afrontan también "notables" descensos en restaurantes de empresas, cafeterías de hospitales, eventos y espectáculos y en el sector transportes, entre otros, acumulando un descenso en su actividad que podría superar el 65%.
De cara al futuro inmediato, Food Service España ha reclamado un diálogo abierto con las instituciones y la búsqueda de soluciones que permitan el desarrollo y fortalecimiento de un sector tan esencial como es el de la restauración colectiva, que alimenta anualmente a más de 8,5 millones de personas de todas las edades y condiciones.
"En estos momentos, el sector necesita, más que nunca, ayuda y escucha por parte de la administración para poder seguir funcionando con su actividad principal", ha resaltado.
En el ámbito escolar, según Food Service, las nuevas exigencias de seguridad van a precisar cambios en la dinámica del centro, entre ellos menos alumnos por aulas, más turnos en los comedores y control en el uso adecuado de mascarillas, guantes, hidrogel, lo que deberá ser consensuado y afrontado junto a los propios centros educativos.
"El propio sector afronta un reto enorme que parte ya de una situación muy adversa que se ha saldado con ERTEs y otros ajustes estructurales. A todo ello se suman los problemas financieros y de liquidez que ponen en serio riesgo la propia continuidad de muchas empresas, en un sector atomizado donde se mantienen muchas entidades pequeñas y de carácter familiar", ha subrayado Food Service España.